Las áreas verdes de Punta Arenas crecen un 25% en últimos cuatro años
Este año Punta Arenas alcanzó 1.800.000 metros cuadrados de áreas verdes, un 25 % más que las reportadas en 2022, cuando la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato realizó un reporte sobre esto y catastró 1.436.000 metros cuadrados. Este número, en los próximos años, podría llegar a los dos millones si se concreta el proyecto del “Central Park” magallánico en los terrenos del Club Hípico.
“Estamos entre las tres ciudades con mayor cantidad de áreas verdes por habitante”, explica Sofía Blanco, ingeniera forestal de la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato.
Estos cerca de 2 millones de metros cuadrados de parques se distribuyen en más de 413.000 metros cuadrados en avenidas, 733.000 metros cuadrados en parques, y miles de metros cuadrados adicionales en plazoletas y plazas, las cuales en los últimos años han crecido significativamente.
En la ciudad existen 15 metros cuadrados de zonas verdes por habitante.
Pero, ¿cuánto cuesta mantener un área verde?
No existe estadística de cuánto cuesta mantener un metro cuadrado de área verde en Punta Arenas. Según Sofía Blanco, el municipio paga un monto fijo cada mes a la empresa Transportes Carlos Estrada, la cual se adjudicó el servicio a través de una licitación pública. Blanco añade que el dato de monto invertido por metro cuadrado podría inducir a error, ya que hay sectores donde se destinan mayores esfuerzos, como la Plaza Muñoz Gamero o el monumento al Ovejero.
Este año, al mes, se destinan $70 millones al pago de este servicio. El año pasado se desembolsaron $817 millones, monto que se desagregó en $811 millones correspondientes al pago de facturas mensuales y $5 millones destinados a servicios especiales de emergencia.
Blanco indica que el aumento en las hectáreas a mantener no ha significado un incremento en el pago por el servicio de jardinería y mantención de áreas verdes, ya que está definido por un contrato que recién se modificará en 2028.
El plan de mantenimiento y embellecimiento urbano durante 2024 incluyó la poda de 728 árboles, el corte de 1.642.452 m² de césped, el riego de 5.600 m³ de agua, el mantenimiento de nueve jardineras en puntos emblemáticos como Plaza Muñoz Gamero, Plaza Fundacional y el monumento al Inmigrante Croata, y la producción de 10.580 flores en el vivero del Parque María Behety.
Planificación
No todos los meses se realizan las mismas mantenciones en los parques, plazas y bandejones de la ciudad. De mayo a agosto, las faenas se centran en podar; durante la temporada primavera-verano, las labores se concentran en plantar árboles, regar y cortar césped.
La corta de césped se realiza dos veces al mes en las distintas avenidas de la comuna entre septiembre y abril. Las arterias intervenidas son: Carlos Ibáñez, Bulnes, España, Colón, Independencia y Costanera. En los parques Chabunco, María Behety, Laguna Pudeto, Ramón Rada y Don Bosco, se corta mensualmente el 25 % de estos pulmones verdes.
Estas labores se ejecutan según una planificación mensual. “Cualquier requerimiento realizado por un vecino en tema de mantención de áreas verdes se incluye en la planificación del mes siguiente”, sostuvo Blanco ante los concejales puntarenenses.
Las variaciones climáticas recientes, con mayores precipitaciones entre diciembre y febrero, han provocado un crecimiento más acelerado del pasto, lo que obligó a aumentar la frecuencia de corte de una hasta tres veces por mes en algunos sectores.
El riego se concentra únicamente en los árboles nuevos, utilizando camiones aljibe y sistemas de pilones en puntos estratégicos con flores o especies de alta demanda hídrica. “No se riega el césped; utilizamos especies adecuadas para la región que no requieren gran mantención hídrica, porque debemos cuidar el recurso en un escenario donde varias comunas ya presentan crisis hídricas”, detalló Blanco.
Mil árboles es la meta
Durante el año pasado se plantaron 600 nuevos árboles y la meta para este año es alcanzar las mil unidades, dentro de un programa que prioriza especies nativas y resistentes. “No hemos visto mermada la planificación por el cambio climático, pero sí hemos debido modificar las labores dependiendo de las condiciones que se presentan, especialmente entre enero y febrero, cuando el viento y la falta de humedad exigen mayor riego”, explicó Sofía Blanco.
Desde 2021, se ha implementado una revisión del tipo de especies arbóreas, reemplazando aquellas no aptas para los vientos magallánicos -como sauces, álamos y cipreses- por lengas, ñirres, coihues de Magallanes, leñaduras y canelos, además de arbustos y flores perennes resistentes a la lluvia, heladas y nieve. “El objetivo es mantener áreas verdes seguras, con árboles que no superen los 8 metros de altura, evitando riesgos en zonas urbanas”, agregó.




