Giacomo Possamai: “Italia es estable, pero debería empujar más a Europa”
– Jefe comunal vicentino vino a Punta Arenas a sellar la donación del busto de Antonio Pigafetta, que su municipio regaló a nuestra ciudad con motivo de los 500 años del “descubrimiento” del estrecho de Magallanes y la primera circunnavegación al mundo.
Para la mayoría de los puntarenense era una figura desconocida, aunque su nombre ya circula más allá de su ámbito local en el norte de Italia y es visto como un político emergente de la centroizquierda italiana.
Es joven, dinámico, con formación jurídica y experiencia política temprana. A los 17 años asumió la secretaría provincial de las Juventudes del Partido Democrático y fue luego el vicesecretario de este estamento a nivel nacional.
Pero, más allá de sus pergaminos políticos, este alcalde vicentino, nos conquista por su simpatía. Desde que se cruzó la banda edilicia con los colores de Italia frente a la gobernación marítima en la Costanera, emergieron imágenes para poder compararlo y comenzar, así, a tejer algún perfil. Diremos, entonces, que estéticamente tiene algo de la belleza de los angelitos de Botticelli y el David de Buonarroti y la ternura del Principito de Saint-Exupéry. Claro, todos ellos sin los lentes que él usa y que le dan un toque vintage, asemejándolo más a nuestro Salvador Allende.
Mientras revisa portadas históricas de La Prensa Austral, Giacomo Possamai comenta con orgullo que él entiende del mundo de las comunicaciones porque su padre es periodista con vasta trayectoria en la dirección de diarios. El mismo participó en la campaña electoral de Barak Obama en Filadelfia, en roles de comunicación y gestión de datos.
¿Qué lo trajo a Punta Arenas? Sellar la donación del busto de Antonio Pigafetta que la comuna de Vicenza realizó hace años a su par magallánica con motivo de la conmemoración de los 500 años del viaje de Hernando de Magallanes.
Su programa electoral “Vicenza 2023-2028 – Ahora el futuro” definía una visión de ciudad que combina “los grandes proyectos” con “la cura de las pequeñas cosas”, apuntando a que nadie quede atrás, articulando patrimonio cultural, mejora urbana y vida cotidiana. Así, ganó dicha alcaldía, convirtiéndose a los 33 años en el alcalde más joven que ha tenido la ciudad. Possamai está consciente de que encarna una apuesta de renovación. La timidez no es lo suyo; menos la falta de confianza ni la falsa modestia. Por ello, no se achica cuando, insistentemente, le consultamos sobre Giorgia Meloni y la posibilidad de que, en algunos años más, pueda desplazarla y llegar a ser Primer Ministro.
Pero, tanto él como quienes lo acompañan enfatizan en que están en un camino que no es ni corto ni fácil, aunque celebran que Possamai ha comenzado sabiamente ganándose un espacio y aprendiendo en el mundo municipal. El objetivo a mediano plazo es lograr que sea una figura política en Roma.
La estabilidad de la mano de Meloni
En un continente donde la inestabilidad se ha vuelto norma, Italia vive una paradoja: su gobierno más estable en décadas está encabezado por una figura de la derecha posfascista. Giacomo Possamai observa el fenómeno con una mezcla de realismo y advertencia. “Italia era el país menos estable de Europa. Hoy, en cambio, lo es. Pero sería importante que usáramos esa estabilidad para fortalecer el papel de la Unión Europea”, señala durante la conversación con El Magallanes.
La estabilidad, dice, tiene un valor relativo y, aunque reconoce el pragmatismo de Giorgia Meloni en política exterior, lamenta que Italia no esté asumiendo un liderazgo más claro dentro de Europa. “Nosotros somos uno de los tres países más importantes del continente, y el más estable. Sería útil que diéramos una mano para que la Unión Europea tenga un papel global efectivo. Hoy, eso no existe”, comenta.
“Meloni ha sido pragmática, pero falta visión europea”
– Se habla de cierta estabilidad política bajo el gobierno de Meloni. ¿Cómo lo evalúa usted?
– “Es objetivo: Italia vive un gobierno estable en un contexto europeo en que los países donde estábamos acostumbrados a ver la estabilidad no son estables. Pienso en Francia o Alemania. Meloni ha sido pragmática en política exterior, incluso cultivando relaciones preferenciales con Estados Unidos. Pero echo de menos una Italia más activa en empujar a la Unión Europea hacia un papel más fuerte. Tenemos una oportunidad histórica que no estamos aprovechando”.
– ¿Esta estabilidad refuerza o debilita la posición de Italia en Europa?
– “Debería reforzarla. El problema es que muchos gobiernos europeos usan a Europa como un “álibi”, culpando a Bruselas por sus propios límites. Pero Europa somos nosotros: los Estados nacionales. Y ahora Italia podría jugar un papel clave si decidiera asumir esa responsabilidad.
“La oposición debe
convertirse en una alianza”
El alcalde de Vicenza pertenece al Partido Democrático (PD), el principal referente opositor en el país, hoy aún fragmentado. Su mirada, sin embargo, es pragmática: “Para ser competitivos en las próximas elecciones necesitamos convertirnos en una alianza. Hoy la derecha gobierna como un bloque muy unido; la oposición, en cambio, está dispersa”.
– ¿Y cuál es el papel de su partido en ese escenario?
– “El PD es el principal partido de oposición. Faltan dos años para las elecciones y el panorama está abierto. Pero si la centroizquierda no se une, será difícil competir con un bloque de derecha cohesionado y disciplinado”.
Su ambición, asegura, está anclada en su ciudad. “Soy alcalde de Vicenza y quiero seguir siéndolo muchos años. Es un rol fascinante porque puedes hacer cosas concretas. Para hacerlo bien se necesita tiempo, al menos dos mandatos”, apunta al ser consultado por su futuro político y un posible liderazgo nacional.
“La política debe
volver al territorio”
Possamai subraya una preocupación que atraviesa el debate político italiano: la pérdida del vínculo entre representantes y territorio. “Durante décadas, los parlamentarios eran elegidos directamente por los ciudadanos de cada zona. Hoy las listas se hacen desde Roma. Eso ha debilitado la política, la ha alejado de la gente. Los diputados deben ser expresión de sus comunidades, no producto de una decisión centralizada”, apunta.
“El gran desafío es volver a movilizar a los ciudadanos”
– ¿Qué electorado deben reencantar y que puede decidir las próximas elecciones en Italia?
– “El verdadero desafío es llevar a la gente a votar. Italia era un país donde participaba el 80% del electorado. Hoy vota apenas el 50%. El segmento joven es el que menos participa, igual que las personas en situación económica más difícil. Hemos terminado pareciéndonos a Estados Unidos: gana quien logra movilizar a un sector del electorado, no a la mayoría”.
La desafección, reconoce, debilita el tejido democrático y favorece la polarización. “Si no logramos que la ciudadanía vuelva a creer en la política, el riesgo es que sigan creciendo los extremos”, advierte.
“Europa debe trabajar
por una paz justa”
La conversación deriva hacia los conflictos que hoy tensionan la política internacional. “En Ucrania, Europa debe hacer todo para alcanzar una paz justa, una paz que proteja los derechos de los ucranianos. De lo contrario, estaremos legitimando la idea de que un país puede invadir a otro y cambiar las fronteras a la fuerza”, plantea.
En Medio Oriente, su postura es igualmente clara: “Además de firmar pactos de paz, deben respetarse. Hay que reconocer a la Autoridad Nacional Palestina y avanzar hacia la solución de dos pueblos y dos Estados. Si Estados Unidos y Europa se unen, pueden impulsar una solución real”.
“La migración no es
un problema, sino
una necesidad”
– La cuestión migratoria preocupa tanto en Europa como en América Latina. ¿Cuál es su visión?
– “Las migraciones son parte de la historia. En Italia vivimos una paradoja: necesitamos migración para que nuestra economía funcione”.
El presidente de la Cámara de Comercio de Vicenza, Giorgio Xoccato, que acompaña la conversación, interviene: “Sin trabajadores extranjeros muchas empresas no podrían operar. Además, sin ellos tendríamos un grave problema demográfico. Pero esa migración debe ser regulada, ordenada, vinculada al trabajo. Lo que no puede seguir ocurriendo es una migración desordenada, sin gestión de flujos ni políticas de integración efectivas”.
Xoccato indica que el equilibrio está en aumentar los ingresos regulares de personas extranjeras y ser más firmes con los irregulares. “Solo así puede existir seguridad sin caer en discursos ideológicos”, apunta.
Possamai asiente. “Las migraciones no sólo son inevitables, sino necesarias. Lo importante es construir una gestión racional, con visión y humanidad. Sin eso, la política seguirá usándolas como arma electoral”.
La figura de Pigafetta
Sobre Antonio Pigafetta, la figura que lo trajo a Punta Arenas, dijo que, junto a entidades como la Academia Olímpica y la Fundación 500 Años, han estado relevando su importancia.
– Como italiano y como vicentino, ¿qué importancia le confiere al hecho de que el relato de la primera vuelta al mundo se haya escrito en italiano?
– “Considero de gran importancia que el descubrimiento del estrecho de Magallanes y la primera narración de esta hazaña se hayan contado en lengua italiana. Esto tiene un significado histórico profundo tanto para Vicenza como para Italia. Responde, de hecho, a la tradición de exploración y curiosidad que ha caracterizado a nuestro país y a nuestra ciudad”.
Enfatizó que los italianos han sido grandes navegantes y exploradores, apasionados por conocer el mundo y por comprenderlo. “Los vicentinos, como mencionaba antes el presidente Xoccato, continúan siendo hoy en día uno de los grandes exportadores del mundo: un territorio acostumbrado a proyectarse más allá de sus fronteras”, hizo ver.
Añadió que, en el siglo XVI, por ejemplo, Antonio Pigafetta acompañó a Magallanes como cronista y navegante, mientras que en Vicenza, de manera contemporánea, los mercados de materiales ya viajaban por Europa para comerciar.
“Esto ocurría en un momento en que la idea de comercio global estaba muy lejos de lo que conocemos hoy. Todo esto evidencia que nuestra historia local está profundamente conectada con la historia mundial. Es, sin duda, un motivo de orgullo. Además, es maravilloso constatar que ciudades como Génova, Florencia y Vicenza forman parte del renacimiento italiano y son centros culturales que han dejado una huella perdurable en nuestra civilización”, sentenció.
Una figura en ascenso
A sus 35 años, Giacomo Possamai representa una generación que busca reconstruir la centroizquierda italiana desde los territorios, con una mirada europea, municipal y pragmática. Debe seguir trabajando para proyectarse como figura nacional, pero encarna un discurso distinto: el de una Italia que mira más allá de sí misma y que, pese a su estabilidad, no puede darse el lujo de quedarse inmóvil.




