Consulta Ciudadana de Unidad Constituyente
Tras la fallida negociación para inscribirse en las primarias legales, el participativo proceso llevado al amparo de ley electoral por los pactos Apruebo Dignidad y Chile Vamos ejerció mayor presión sobre los partidos que conformaron Unidad Constituyente.
Con Sichel como abanderado de parte de la derecha y Boric como carta presidencial del bloque más izquierdista, en un reducido tiempo los abanderados Paula Narváez, Yasna Provoste y Carlos Maldonado tuvieron que optar por una consulta ciudadana, a la cual están convocados a participar hoy todos los militantes de los partidos afines a este pacto eleccionario y las personas que no están afiliadas a ningún referente político, pero que simpatizan con este espectro ideológico.
Sin posibilidad de lograr un financiamiento público ni poder tener a su favor una franja televisiva gratuita, las tres candidaturas de la oposición han optado por aglutinar a sus militantes y recorrer algunas ciudades que resultan importantes, electoralmente hablando.
Hubo dos debates televisivos, en los que las posturas pudieron expresarse, pero -según comentarios posteriores- de ellos no emergió una candidatura contundente ni conceptualmente superior a las otras.
Así, los partidos han parecido optar por movilizar a su propia gente y desempolvar las viejas maquinarias políticas.
Por el fortalecimiento de la democracia, es esperable que las campañas hayan entusiasmado a la mayor cantidad de eventuales electores y que hoy concurran éstos a las urnas.
Siempre será un punto a favor el emerger como candidato o candidata presidencial único y hacerlo con un buen respaldo ciudadano, pues ello permitirá dar mayor legitimidad a tal opción. Eso fue, al menos, lo que sucedió con las primarias de las cuales surgieron Sichel y Boric.
Entendiendo que los traspiés políticos impidieron que se pactara una gran primaria presidencial de la oposición y valorando el acto celebrado por Apruebo Dignidad, penoso sería que la consulta de hoy no movilice a los potenciales votantes. Ello, más allá de posiciones personales, sino en razón del mero hecho de refrendar la consulta ciudadana como mecanismo de definición de candidaturas tan relevantes como las presidenciales.
