La necesaria inclusión escolar
En nuestra región, son pocos los establecimientos educacionales que han optado por acoger a todos los niños y jóvenes que presentan algún tipo de discapacidad, ya sea cognitiva o física. Pero, lo relevante es que su labor ha sido exitosa.
En la víspera, la Escuela Especial Rotario Paul Harris realizó una conmovedora licenciatura de nueve jóvenes del área intelectual y de siete niños del área de trastornos específicos del lenguaje, en que tanto los alumnos como sus familiares celebraron el importante momento y expresaron su orgullo y satisfacción por los logros alcanzados durante el año lectivo.
Con profesionales idóneos, la citada escuela ha buscado entregar a sus estudiantes una formación que le permita ir desarrollando la integralidad de su ser, estimulando los ámbitos cognitivo, afectivo y social y proporcionarles las herramientas necesarias para que puedan desenvolverse de la mejor forma en la sociedad.
Otros establecimientos han optado por ir convirtiéndose poco a poco en un colegio inclusivo, aceptando a los menores que presentan alguna diferencia y apoyándolos en sus necesidades educativas.
Ello requiere que los respaldos y los servicios de educación especial se presten en las aulas de clase, utilizándose estrategias de enseñanza efectivas e instrucciones diferenciadas para poder responder a las necesidades de cada uno de los estudiantes y acomodar los estilos de aprendizaje de todos ellos. Además, esto es una tremenda experiencia de vida para los compañeros de clase, quienes son apoyados para que puedan acoger a los estudiantes con discapacidad.
Todas las personas pertenecen a una comunidad y deben ser aceptadas y reconocidas en sus diferencias. Ello asegurará, entonces, avanzar hacia un Magallanes menos discriminador y más inclusivo.