Necrológicas

“Gente mala del norte”

Domingo 28 de Mayo del 2023

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Chile, Magallanes, 2011

Director: Patricio Riquelme Fagerstrom

Protagonistas: Luis Alarcón, Juan Falcón, Giovanni Falchetti, Eugenia Comini

Se exhibe hoy domingo a las 16 horas, en la Sede Social Cerro de la Cruz, en José Menéndez 151, en el marco de la celebración del Día de los Patrimonios

 

El estreno oficial de “Gente mala del norte” ocurrió en la provincia de Ultima Esperanza el año 2011 y su proyección no pudo ser más simbólica con el fenómeno y origen prehistórico del cine porque aconteció al interior de una caverna conocida como la Cueva del Milodón.

La obra escrita y dirigida por Patricio Riquelme, un cineasta de amplia experiencia en el mundo de la ficción y el documental, ya forma parte de la historia regional y del cine chileno porque retomó en el siglo XXI esa idea de hacer un cine local y donde aquellos relatos ya legendarios podían ser contados por su propia gente. Son obras de ficción que se hacen a pulso, con  presupuestos reducidos, hay una mirada revisionista a la historia regional, se combinan actores profesionales con autodidactas, pero en el fondo hay una sola idea que justifica el esfuerzo: contar la historia con lenguaje propio.

La película no se encuentra disponible en el ya obsoleto formato del dvd para el arriendo o la compra,  tampoco en las plataformas de streaming y responde, de cierta manera,  a esa mirada nostálgica del cine, donde la película, como una caravana de gitanos o un circo, reaparece de vez en cuando por el pueblo y se convierte en  el momento único e irreproducible para volver a verla.

Según cuenta la leyenda, originalmente estaba concebida para ser un documental sobre un hecho criminal ocurrido en Punta Arenas el año 1927 y donde casi una familia completa fue asesinada en extrañas circunstancias, y, posteriormente, los sospechosos atrapados, juzgados y fusilados. Sin embargo, el proyecto rápidamente se convirtió en un largometraje de ficción que interpreta y cuestiona la historia oficial reforzada por la crónica policial de la época y ser así la excusa para señalar que el destino de la actual Punta Arenas fue construido por la presencia de ciertos poderes fácticos.

Hasta allí llega un joven fotógrafo europeo para retratar a la naciente y próspera ciudad, su gente, costumbres y cualquier objeto que se le atraviese ante sus ojos que se confunden a través del lente de su cámara. Cuando es sorprendido por el crimen de una familia conocida de la ciudad. Las sospechas caen sobre unos afuerinos del norte que hace poco habían compartido con la familia y, entonces,  el poder político de aquel momento, siente la presión social y la ocasión para dar una señal fuerte y así, además de salvar su pellejo, sentar las bases de una ciudad dominada por el comercio.

“Gente mala del norte” está construida sobre un guión complejo que combina el género policial con el político, algo muy propio del cine negro clásico americano, donde la anécdota central está dominada por  un poder omnipotente que siempre sale impune. Sus imágenes elaboradas desde el formato del video para después ser traspasadas al formato del cine, están diseñadas con cierto barroquismo visual, tales como la escena del asesinato, el  proceso del fusilamiento o el suicidio ceremonioso de una joven amante, pero sobre todo, en aquellas imágenes de la imprenta en la prensa local que entre escena y escena confiere la idea que finalmente el periodismo tiene la última palabra a la hora de escribir la historia oficial.

Las debilidades del largometraje se encuentran en esa entendible vocación cinematográfica regional que delatan la escasez del presupuesto, la ansiedad de poner todo a la parrilla porque quizás filmicamente no haya otra oportunidad y buscar explicarlo todo en el guión sin confiar quizás que en las imágenes no sólo están las preguntas, sino también por sí solas las respuestas. Un detalle menor al final si se entiende que la película tardó casi tres años para ser estrenada, fruto del esfuerzo para cumplir con todas las exigencias que permitan finalmente decir que estamos en presencia de obra cinematográfica.

“Gente mala del norte” es un hito en el cine chileno no sólo por ser una producción independiente surgida desde el ámbito regional, sino también por cierta belleza en sus imágenes y, sobre todo, por aquella mirada nostálgica del cine como si se tratara de un viaje sin retorno. Es decir,  ver la película por primera vez y tras salir del cine  preguntarse cuándo será esa maravillosa oportunidad y experiencia de volver a verla. Aunque pasen los años para que eso ocurra.