La sacó barata
No se puede anticipar qué hubiese sucedido si las enérgicas integrantes de la naciente Jauría Feminista, se enteraban que en un conocido establecimiento de educación superior, a una alumna que tiene ya algunos meses de embarazo se le negó, durante la rendición de un examen, algo tan simple como el derecho a tomar asiento, dado su estado de gravidez.
La docente en cuestión, luego de quizás pensar en lo errado de su actuar, renunció -según se nos dijo- a sus horas de cátedra. Sin duda, de no haber hecho eso, otro gallo estaría cantando, con sumario administrativo encima de sus hombros por maltrato y abuso a una de las estudiantes. Claramente, la sacó barata, porque si se hubieran enterado las mujeres en toma…