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La emergencia sanitaria les cortó un ascenso vertiginoso

Lunes 5 de Octubre del 2020

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Punta Arenas Hockey Club nació en marzo de 2019

Las deportistas han tenido que adaptarse a entrenamientos dos días a la semana con las categorías Sub 12, Sub 14 y Sub 16, una realidad muy distinta a la del año pasado, en la que algunas de sus jugadoras llegaron, incluso, a ser seleccionadas por la asociación santacruceña y competir en Argentina

Este año ha sido de frustraciones para todos los deportistas, que vieron como metas y desafíos quedaron postergados. Deportes individuales y colectivos están sufriendo con la emergencia sanitaria, al no poder entrenar ni tampoco reunirse físicamente, limitándose a encuentros y entrenamientos a través de plataformas online.

Cada club o deportista tiene su historia al respecto, más o menos dramática, dependiendo el caso. Pero para el Punta Arenas Hockey Club esta suspensión obligada llegó justo en su segundo año de vida, en el que estaba proyectado un despegue a alturas insospechadas, dado su auspicioso 2019 de debut.

Inicio prometedor

Con las categorías Sub 16, Primera y Escuelita (de iniciación), este club femenino se formó con el objetivo de participar de la Liga Santacruceña, de la Asociación Argentina de Hockey. Por iniciativa de la entrenadora Loreto Jara, que había conocido a la mayoría del plantel en el colegio, decidieron tener un perfil más competitivo. El año pasado participaron en esta liga del país vecino, con tres categorías: Sub 12, Sub 14 y Sub 16, resultando terceras en la Sub 14 “y seis jugadoras fueron llamadas a la concentración para la preselección santacruceña de hockey. Y de ellas, quedaron tres seleccionadas y fueron al Nacional, donde salieron campeonas. Una por la Sub 14, Trinidad Izquierdo y dos por Sub 16, Fernanda Huepe y Ana Paula Sabatini”.

Pero todos esos éxitos, que proyectaban carreras muy auspiciosas, en especial para estas tres jugadoras, se cortaron de golpe. “Si bien sabemos que hay otras pérdidas más importantes a nivel país, sí ha sido lamentable porque veníamos trabajando a un ritmo súper fuerte. Las niñas muy comprometidas, sus papás también. El año pasado fuimos muchas veces a Argentina y el nivel fue súper bueno, se marcó la diferencia, lo que también notaron los entrenadores de Argentina. Yo esperaba tener esos resultados de aquí a tres, cuatro años, pero fue súper rápido y eso motiva a las niñas”.

Un gran obstáculo

Pero llegó el año 2020 con toda su carga de desgracias, que han afectado tanto a nivel deportivo como personal de jugadoras que están en etapa formativa. La entrenadora señala que “este año ha sido frustrante y por eso los entrenamientos, más que enfocados en tener un nivel competitivo, lo que es imposible, lo hacemos para verlas un poco más, para que no decaigan, porque quieren jugar. Me pasa que las entreno y les hablo, les subo el ánimo, y me dicen que hasta cuándo vamos a estar así, porque en el fondo, jugar el hockey es muy distinto a tener preparación física”, reconoce la adiestradora.

De todas maneras, se le ha podido sacar provecho a esta contingencia, porque como apuntó Loreto Jara, “la actividad física ayuda al cuerpo, pero también a la mente y el alma, entonces es un complemento para ellas. Además que nos vemos, nos reímos y nos subimos el ánimo mutuamente”. Y eso porque muchas de ellas también son compañeras de colegio y han viajado a distintas competencias, y no ha sido sencillo esta distancia, sobre todo porque cuando se inició la emergencia sanitaria, “ellas pensaban que en septiembre iban a volver a entrenar, pensando que Punta Arenas venía en mejora, pero con todo lo que ha pasado últimamente, decayeron anímicamente”, lamentó la entrenadora.

Mediante Zoom, las actividades constan de ejercicios físicos y de técnica, ya que la mayoría de las jugadoras cuenta con implementación “y les envío videos de las técnicas que íbamos a hacer, cosa que cuando nos juntáramos en la noche las veía y corregía”. No obstante, ha sido muy difícil adaptarse a esto: “Muchas no podían practicar bien, por tema de espacio; otra rompió un ventanal y la mayoría se frustraba, entonces después comenzamos a entrenar visualización, mostrándoles jugadas y que se imaginen estar en esa situación. Pero como llegó el invierno, muchas que practicaban afuera tuvieron que enfocarse solamente en la preparación física durante esa hora de entrenamiento”.

Tonificación física

Este aspecto es en el que más han trabajado y el que no siempre es bien recibido por las jugadoras, siempre ansiosas por mostrar su destreza a nivel competitivo. “Estamos trabajando mucha fuerza explosiva en el cuádriceps, y la musculatura de las piernas en general. Para salir arrancando rápido y tener una reacción de velocidad importante, la parte física de los entrenamientos, por lo menos en el hockey, es la menos grata para las jugadoras y lo positivo de esto es que se han tenido que adaptar a esto y les gusta, porque ven cómo mejoran este aspecto”. Incluso, algunas de ellas ya le han planteado a la entrenadora que, cuando estén de regreso con los entrenamientos normales, incorporen un día de preparación física.

Normalmente, en las prácticas online participan una decena de hockistas, porque muchas de ellas terminan agotadas de estar siempre mirando la pantalla de un computador para sus clases normales, y menos ganas tienen después para seguir en lo mismo, y más encima, entrenando. Pero todas tienen el antecedente de los éxitos del año pasado, y eso les renueva el entusiasmo.

Extrañando el juego

Ana Sabatini es la capitana de la Sub 16 y comenta que los entrenamientos se dividen en 40 minutos de trabajo físico y 20 minutos de técnica, “con lo que teníamos: algunas dentro del living, otras en los patios, con pelotas de tenis, porque todas queríamos tocar la pelota con los palos. En los últimos meses hemos estado haciendo más físico, que es lo que más nos sirve. Creo que hemos entrenado más físico ahora que todo lo que hemos entrenado antes, así que un punto para la cuarentena”. En todo caso, se reconoce frustrada y enojada por todo lo que sucede y recalca que “apenas termine esto, lo primero que haré será jugar hockey, salgo a mi patio como puedo, pero obviamente no es lo mismo. Además teníamos muchas expectativas, este era mi último año en Sub 16 y creía que iba a ser muy bueno en cuanto a torneos, ligas, encuentros, pero lo importante es que estamos todas bien de salud”.

Suplir las desventajas

En tanto, Matilde Arancibia, arquera de la Sub 16, estima que, por esta contingencia, “nuestra calidad como jugadoras va a bajar, y lo que más nos va a afectar es nuestro rendimiento en la Liga Santacruceña, ya que algunos equipos argentinos ya han comenzado a entrenar. Cuando volvamos, ellas tendrán más ventaja, porque llevan mucho más tiempo entrenando y probablemente se note. Por eso, como hemos trabajado mucho más físico, cuando volvamos tendremos que reforzar mucho más la técnica”.

También de la Sub 16, Trinidad Izquierdo apunta que, además de los entrenamientos, “una tiene que ir complementando con rutinas. Esto nos ha afectado mucho, habríamos mejorado bastante este año. Los entrenamientos y viajes, era lo que más nos gustaba. Gracias a la Liga Santacruceña subimos mucho el nivel, aunque no nos fue tan bien, pero este año, hubiéramos estado más a la altura de los otros equipos, más parejo. Nos encantaba esta liga, porque viajábamos mucho a Argentina, que es lo que más extrañamos. Y los entrenamientos, poder vernos después del colegio. Este año igual hemos aprendido cosas que, quizás el año pasado no hubiésemos aprendido, como entrenar más solas y que cada una se autoexija sin depender de un entrenador, nos ha ayudado”.

Fernanda Huepe, a su vez, es la capitana de la Sub 18, también lamenta esta situación que viven: “No es lo mismo, no estamos practicando con el palo y la pelota, tampoco estamos compitiendo y a la larga, eso nos afectará bastante, quizás el próximo año. Espero que pronto podamos retomar, con todo el trabajo que habíamos logrado en tan poco tiempo”.

Las más pequeñas también tienen su visión de este particular año. Camila Concha, de la Sub 12, opinó: “Todo este año me ha afectado mucho porque podría haber aprendido muchas técnicas más y haber tenido más experiencias”. En tanto, Luciana Contreras, de la misma serie, añade que “el ejercicio que hacemos en la casa es muy diferente al que hacemos en un entrenamiento. El hockey es un deporte que se hace en equipo y acá lo hacemos solas. Es muy difícil”, expresó.