Necrológicas

Terminan demolición de antiguas instalaciones, pero megaproyectos seguirán esperando

Jueves 1 de Octubre del 2020

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El 2 de abril de 2016 varias familias construyeron sus mejoras en un predio ubicado en prolongación Enrique Abello, dando paso a una “toma”.

Primero llegamos a vivir en carpas, éramos como 120 personas, y fue cuando partimos como toma Puño en Alto”, recordó Jonathan Bustamante Mansilla, actual líder de la agrupación que luchó por mucho tiempo para que sus representados puedan tener una casa.

El trabajo comienza a mostrar sus frutos. Ayer la intendenta Jennifer Rojas, acompañada de autoridades del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, más el alcalde Claudio Radonich, llegaron al campamento Lautaro, en prolongación Enrique Abello, para anunciar la erradicación de 36 familias que resultaron seleccionadas para el futuro proyecto habitacional Monte Tarn, al sur de Punta Arenas.

 “Yo fui la primera persona que levantó una casa acá, acompañado de mi señora. Estuvimos viviendo solos y recuerdo que de las 120 personas iniciales quedamos como 20, hasta que en septiembre del año antepasado la gente me pidió formar una agrupación y ser su presidente. Me comprometí a luchar por ellos para llegar a un buen término y ahora estamos recibiendo los subsidios, donde nosotros también colocamos una parte, para que nadie piense que esto fue un regalo”, indicó Bustamante.

“Somos el primer gobierno que se hace cargo de esta problemática”, remarcó la intendenta.

Por eso el seremi de la Vivienda y Urbanismo, José Miguel Horcos destacó la aprobación del proyecto habitacional Monte Tarn, de 120 departamentos al sur de Punta Arenas, cuyo costo es de  $4.792.000.000, aproximadamente.

Hace un año y medio el subsecretario del Minvu, Guillermo Rolando, habló de terminar con los campamentos, “y qué mejor muestra es lo que está sucediendo en Punta Arenas”, destacó ayer la intendenta.

Monte Tarn, que se levantará en terrenos del Serviu, detrás de la población Archipiélago de Chiloé, cuenta con 104 familias postuladas, de las cuales 36 pertenecen al campamento Lautaro, único calificado en la región como asentamiento precario.

Adiós al campamento

Juana  Alvarez Vargas, madre de cinco hijos, uno fallecido, no puede creer que llegara el día en que tenga su casa propia. “He pasado cinco años acá, de repente sin agua, sin luz y a veces sin leña”, dice esta mujer que valora mucho el anuncio habitacional.

Oriunda de Castro, estuvo viviendo 23 años en Porvenir y cuando enviudó, hace 7 años, se vino a Punta Arenas. El mayor de sus hijos tiene 38 años, el segundo 36, 25 (fallecido) y 20.

A partir de ahora comienza la cuenta regresiva para Juana Alvarez y todas las familias que serán erradicadas del campamento Lautaro.