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– Luis Ramón Carpanetti Fuentealba
– Olga Ester Jerez Hidalgo

– María Angela Muñoz Bahamonde

Mujeres y recuperación económica

Por La Prensa Austral Jueves 8 de Octubre del 2020

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Cuando se enfrenta una crisis, sus efectos nunca son neutrales si se aplica en los análisis una perspectiva de género. Esta pandemia no ha sido la excepción.

Para la mayoría de las mujeres, no sólo las medidas impuestas han implicado pérdida de sus empleos o reducción significativa de sus ingresos, sino que además un aumento considerable respecto del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado.

En frases cortas y simples: las mujeres perciben salarios más bajos que los hombres en puestos iguales y tienen menos ahorros; la mayoría de las familias monoparentales están encabezadas por jefas de hogar; la economía informal concentra un número más alto de mujeres; éstas tienen menos acceso a la protección social; es más probable que ellas sean las que deban ocuparse del trabajo doméstico y cuidado de hijos, adultos mayores y enfermos y, por ende, abandonen el mercado laboral.

Todo esto que ocurre en tiempos normales se ha visto agravado durante la pandemia.

La contracción económica y, por ende, el aumento de la pobreza tienen en el segmento femenino a sus principales víctimas y los estudios indican que se están poniendo en riesgo los beneficios económicos conseguidos a favor de las mujeres en las décadas pasadas.

En Chile, la crisis provocada por el Covid-19 es más crítica para ellas. La brecha en la participación de éstas y de los hombres en el mercado laboral era de 21,1% y ahora ha disminuido en un 40% para las mujeres.

Esto lleva a plantear que todas las políticas de reactivación económica, incluidos bonos, subsidios, créditos blandos y otros instrumentos, deben que tener un enfoque de género.

Aumentar la participación femenina en el mercado laboral es clave si se habla de reactivación económica y, en tal sentido, instrumentos como el subsidio a la contratación recién anunciado podrían beneficiar a muchas mujeres. Pero ello requiere, además, que se activen las redes de apoyo y que haya un adecuado uso de la tecnología.