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Escándalo en Luisiana: sacerdote se grabó en un trío sexual en el altar de una iglesia

Sábado 10 de Octubre del 2020

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Un sacerdote de Luisiana, Estados Unidos fue arrestado la semana pasada por el delito de obscenidad, pues presuntamente fue atrapado teniendo relaciones sexuales con dos mujeres en el altar de la iglesia de San Pedro y San Pablo en el pueblo de Pearl River. Según los reportes de las autoridades, las personas habían instalado un equipo de iluminación en el lugar para grabar sus acciones.

Estos hechos ocurrieron la noche del 30 de septiembre, cuando un transeúnte se detuvo a mirar al interior de la iglesia, pues le parecía extraño que de ella salieran luces tan tarde. Sin embargo, cuando observó hacia el interior se encontró con la escena del párroco semidesnudo tendiendo sexo con las dos mujeres que vestían corsés y botas de taco alto.

Juguetes sexuales

En el lugar, el testigo también notó juguetes sexuales, por lo que decidió hacer una filmación y llamar a la policía de Pearl River. Cuando las autoridades llegaron, examinaron la cinta y arrestaron al reverendo Travis Clark, de 37 años, quien era pastor de la iglesia desde 2019, así como a las mujeres: Mindy Dixon (41 años) y Melissa Cheng (23 años).

Tras estos hechos, la Arquidiócesis de Nueva Orleans anunció el arresto del sacerdote el 1 de octubre, pero no se habían dado a conocer más detalles acerca del caso hasta ahora. De acuerdo con información de los documentos judiciales que obtuvieron diversos medios locales, el sacerdote se grababa a sí mismo involucrado en un juego de roles sexuales, mientras profanaba el lugar sagrado.

Si bien la ley de la iglesia no es clara respecto a lo que podría conformar una profanación de los lugares sagrados, los documentos presentado en el Tribunal de Distrito Judicial de Luisiana en Covington describen que las “señoras Cheng y Dixon usaban juguetes sexuales de plástico mientras mantenían relaciones en el altar con Clark, quien todavía vestía parcialmente su atuendo sacerdotal”.

Cuando la policía arribó al sitio, Clark ya no se encontraba en el altar, por lo que los oficiales les ordenaron a las mujeres que los dejaran entrar. Una vez dentro, ellas explicaron que se encontraban ahí con el permiso del párroco, quien posteriormente confirmaría que eran sus invitadas.

Aunque los elementos policiales determinaron que todo lo sucedido había sido consensuado, arrestaron a las tres personas por acusaciones de que habían violado una ley que prohíbe a las personas tener relaciones sexuales a la vista del público.

Los tres individuos fueron liberados de la cárcel después de que pagaran sus fianzas. La de Travis Clark fue de US$25.000, mientras que las mujeres pagaron bonos por US$7.500. No obstante, su proceso judicial todavía continúa y cada uno podría enfrentar de seis meses a tres años de prisión si son declarados culpables de obscenidad.

Ordenado hace siete años

Clark fue ordenado como sacerdote hace siete años e incluso había sido nombrado capellán de la escuela secundaria Papa Juan Pablo II, en donde había sucedido a Pat Wattigny, quien renunció a ese puesto después de que se hiciera público el hecho de que enviaba mensajes inapropiados a los estudiantes, razón por la cual está bajo investigación desde febrero.

Además, información de diarios locales también revelaron que hace una semana, Pat Wattigny supuestamente le comentó al arzobispo Gregory Aymond sobre el abuso que cometió a un menor en el 2013, hecho por el cual este último fue duramente criticado, pues no había emprendido acciones legales en su contra.

Después de que se dieran a conocer los hechos que sucedieron en el templo, el arzobispo Aymond dijo a los feligreses que Clark sería remplazado a partir del 11 de octubre, pero Kat Walsh, una vecina miembro de la iglesia, describió a Clark como un tipo querido por la congregación, aunque reprobó sus acciones.

“Estoy molesta por todos nosotros, los feligreses de la iglesia. ¿Por qué tuvo que hacer eso allí?”, comentó a los medios de comunicación. Por su parte, las autoridades eclesiásticas informaron sobre la realización de un ritual para restaurar la santidad del altar.