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Escultores de obra instalada en Punta Dungeness por los 500 años: “Nuestro punto de vista, como artistas, es que se debe colocar a ambas culturas con el mismo nivel de importancia”

Domingo 25 de Octubre del 2020

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Américo Becerra Pinto y Fabiola Díaz Vargas, ambos unidos en matrimonio, fueron los creadores de la escultura que representa el encuentro de dos mundos.

Colocar la cultura de los pueblos originarios -presente a la llegada de los expedicionarios del Viejo Mundo- a la misma altura que la de los europeos fue el propósito que animó a los escultores Américo Becerra Pinto y Fabiola Díaz Vargas, creadores de la obra que se instaló en Punta Dungeness y que simboliza el encuentro de dos mundos.

“Conmemoramos nuestra historia, no la negamos, pero también planteamos y reflexionamos, a partir de ella, respecto de qué es lo que queremos hacer hacia delante. Nuestro punto de vista, como artistas, es que hay que ubicar a ambas culturas con el mismo nivel de importancia y poner a nuestros pueblos originarios en el lugar que se merecen, ni más arriba ni más abajo que la cultura europea, que también es parte de lo que somos hoy”.

Así lo planteó la artista visual Fabiola Díaz, mientras su esposo puntualizó que, al incorporar en su realización a los estudiantes de la escuela de San Gregorio, buscaron, a partir de elementos figurativos, amigables y reconocibles, que ellos entiendan la historia.

“Queremos contribuir con nuestra obra a que haya una simbiosis entre arte, historia y educación”, remarcó Becerra.

El escultor explicó que él y Fabiola desarrollaron en conjunto esta obra y buscaron su inspiración en el entorno. “Ponernos en el lugar de Magallanes. Observar y poder impregnarnos de esto fue la clave para poder desarrollar la obra”, indicó.

Es una escultura hecha a escala humana, lo que lleva a que la gente se haga parte de la obra, que desean sea su aporte a la historia, a la educación. “Es una forma de invitar al público para que se incorpore, disfrute y logre entender el sentido que ha tenido este acontecimiento. No es menor 500 años y, por supuesto, no es menor este lugar”, comentó al referirse que la escultura está instalada en el punto en que la expedición de Magallanes ingresó hacia el estrecho que hoy lleva su nombre.

– Muchas personas adoptaron la postura de que no había nada qué celebrar. Como artista y estudioso de la historia, ¿qué les diría?

– “Creo -responde Américo Becerra- que todos los días hay que conmemorar. Todos los días son importantes. El mundo se mueve todos los días y el mundo nos entrega aventuras todos los días. Aquí estamos presentes a propósito de lo que pasó hace 500 años en este lugar. Hoy día hablamos de tecnología, de Internet, de globalización, pero el Internet de entonces era encontrar esto, esta unión, esta unificación. Si eso no vale la pena conmemorarlo, la verdad es que no sé qué otra valga la pena”.

Un detalle de su obra es que las figuras de Hernando de Magallanes y del aonikenk están puestas en el mismo plano, a diferencia de lo que sucede en el monumento de la Plaza de Armas de Punta Arenas, obra que, por lo mismo, resulta lesiva para los pueblos originarios.

– “Una de las cosas que se dijo aquí -contesta Fabiola Díaz- es que no podemos juzgar la historia con los ojos del presente. No podemos criticar el monumento que está instalado en la Plaza de Armas de Punta Arenas porque en su tiempo también cumplió con los ideales estéticos de su época. Pero nosotros, hoy día, nos planteamos desde el punto de vista contemporáneo, desde lo que está pasando con nuestra sociedad y las distintas reflexiones que se están haciendo. Es por eso que tomamos ese llamado y nos replanteamos. Nosotros miramos hacia el futuro, luego de conocer y analizar nuestra historia. Conmemoramos nuestra historia, no la negamos, pero también planteamos y reflexionamos, a partir de ella, respecto de qué es lo queremos hacer hacia delante. Nuestro punto de vista, como artistas, es que hay que ubicar a ambas culturas con el mismo nivel de importancia y poner a nuestros pueblos originarios en el lugar que se merecen, ni más arriba ni más abajo que la cultura europea, que también es parte de lo que somos hoy”.

– Otro aspecto importante de su obra es el material que usaron. Reciclaron desechos que están desparramados en la comuna de San Gregorio.

– “Sí -comenta Fabiola-, nosotros trabajamos esta técnica hace más de 20 años. Tenemos obras instaladas en varios espacios públicos con la temática medioambiental y el reciclaje. Esta es una zona privilegiada respecto de materiales, pues está llena de grandes desechos de fierro que se ocuparon en la industria del petróleo y que también tienen historia. Eso, para nosotros, es muy importante. No sólo el hecho del desecho, sino que también es un material que ya tuvo un trabajo, que tuvo una historia con la gente de esta comuna. Por eso, es muy importante hacer un rescate de estos materiales. La gente que venga a acá se va a encontrar con piezas que reconocerá. La gente que trabaja en el petróleo se va a encontrar con piezas que fueron parte de su faena diaria. Eso, para nosotros, también es importante, porque no sólo hacemos el rescate de hace 500 años, sino el rescate de la historia de la gente que trabaja aquí y con esos mismos elementos erigimos el monumento”.

Los artistas relataron que tuvieron la suerte de recorrer la comuna completa. “San Gregorio se ha ido limpiando, pero aún quedaban algunas cosas y quisimos, al usar esos desechos, contribuir a que está más limpia”, comentó Américo Becerra.

Añadió que realizaron un taller con los alumnos de la Escuela de San Gregorio. “A principios de año pudimos conocerlos y se pusieron muy felices al poder entender la obra y por qué íbamos a usar dichos materiales. Ellos nos ayudaron a reciclar y esa semilla es para nosotros muy importante, porque no sólo llegamos a instalar una obra para irnos después, sino que, por el contrario, nos hicimos parte y realmente conocimos a la comunidad y creemos que nuestro trabajo es un aporte en cuanto a la ecología y a la convicción histórica y lo que se nos viene para adelante, en cuanto a seguir haciendo arte e invitar a la comunidad a que se haga parte de ella”.

Señaló que tal interacción con los estudiantes de la comuna forma parte del objetivo de vida. “Queremos con nuestro trabajo, a partir de la materialidad, el medioambiente, el reciclaje -conceptos que deben estar presentes hoy día en el currículum de educación-, los niños vayan entendiendo el arte y que el arte empuje que vayan entendiendo la historia”, remarcó.