Cierre de tradicional hostal evidencia que alojamientos turísticos viven su peor momento
– En la asociación gremial revelan drástica baja de ingresos y acusan que ello podría provocar que dejen de funcionar otros establecimientos similares.
En los primeros quince días del año 2019 los establecimientos de alojamientos turísticos generaron ingresos promedio de $12 millones, una cifra que contrasta con los recursos obtenidos generados en la primera quincena de octubre de este año, marcado por la pandemia, donde en promedio los ingresos bordearon los $300 mil, describe la presidenta de la Asociación de Alojamientos Turísticos de Magallanes, Lilian Riquelme, excluyendo aquellos que funcionan como residencias sanitarias.
Señala que, claramente al no haber turismo este año a consecuencia de la emergencia sanitaria, las pocas opciones de generar ingresos estarán relacionadas con el turismo interno, entre provincias, un escenario que por ahora igual es lejano considerando que la capital regional, Puerto Natales y Porvenir enfrentan una prolongada cuarentena.
Explicó que ante la crisis los asociados han debido bajar los precios de alojamiento a valores que fluctúan entre los $20 mil y $30 mil por noche, en circunstancias que el año pasado en esta época los valores fluctuaban entre los $40 mil y $50 mil por noche.
Riquelme lamenta que hasta ahora todos hacen los esfuerzos por mantener en funcionamiento sus alojamientos turísticos o bien han optado por un cierre temporal hasta que mejore la situación.
Sin embargo, lamenta que hay un par de hostales que ya cerraron. Uno de ellos el tradicional Hostal Patagonia, situado en calle Magallanes, en el centro de la ciudad y a media cuadra de la Plaza de Armas Muñoz Gamero.
“No podíamos seguir”
Edmundo Díaz, quien desarrollaba el Hostal Patagonia, admite que resolvieron entregar las instalaciones al propietario del edificio donde su establecimiento disponía de 17 habitaciones y con capacidad para alojar 40 personas, más el funcionamiento de una cafetería.
“El ingreso fuerte de recursos se da en el periodo de octubre a marzo de cada año en la temporada de turismo. Ese es el periodo donde uno gana y permite enfrentar el periodo de abril a septiembre donde el movimiento es mínimo. Lamentablemente en este escenario con la pandemia y cerrados desde marzo, no podíamos seguir si el turismo internacional volverá en dos o tres años más”, expresa Díaz.
Además, señala que los costos para mantener la infraestructura son altísimos y en su caso no tenía el soporte económico para mantenerse considerando que igual era un emprendimiento familiar.
Edmundo Díaz sí destacó al propietario del edificio: “don Eusebio Ríos es el propietario y la verdad es que estamos muy agradecidos de él. Pagué el arriendo de marzo y después me bajó los valores, incluso dándome facilidades. Es un orgullo para Magallanes que haya personas como él”.
Dice que incluso mantuvieron el edificio con la idea de operar, pero vino la cuarentena y eso “sepultó” todo el esfuerzo por intentar una reactivación.
Cree que lo mejor es dejar el espacio para que quizás aparezca otra persona o sociedad comercial que puedan desarrollar algún negocio allí porque admite que hay que tener “espalda” económica para mantenerse en este tiempo de crisis.
“Lamentablemente por muchos años las autoridades de distintos gobiernos apostaron por convertir el turismo en la primera fuente de ingresos en la región y hoy ante esta pandemia vemos que este sector es el más golpeado y hay muchos desempleados. Incluso, agravado con el cierre de la minera donde se perdieron otros mil empleos”, señala Edmundo Díaz.