Magallanes e hidrógeno verde
Durante esta semana, se lanzó en Santiago la conferencia internacional “Chile 2020: Green Hydrogen Summit”, donde participaron más de dos mil personas de todo el mundo. El evento fue organizado por el Ministerio de Energía, Corfo y la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (Giz).
El hidrógeno verde se presenta hoy como la alternativa más prometedora para aportar a la descarbonización de la matriz enérgica de los países y Chile quiere jugar un rol capital en este proceso, aprovechando sus ventajas comparativas respecto de la disponibilidad de energía solar y eólica.
La administración Piñera se ha fijado tres metas: ofrecer el precio de producción más bajo del mundo al 2023; ser uno de los tres principales exportadores al 2040; y tener 5 GW de capacidad de electrólisis en desarrollo para 2025.
Este proyecto surge en un buen momento, porque su impulso será un gran aliciente para la economía chilena, que ha sido fuertemente impactada por la pandemia y las medidas sanitarias asociadas.
En particular, el desarrollo de este proyecto es una excelente noticia para Magallanes, zona que ha sido una de las escogidas para iniciar un proyecto piloto y que, por alta potencialidad de generar energía eólica, está llamada a transformarse en una pieza clave de esta estrategia nacional.
Se ha anunciado una inversión de US$200 mil millones y la posibilidad de generar unos 100 mil empleos. Bienes Nacionales ha expresado que está disponible para colocar cerca de 45 millones de hectáreas de propiedad fiscal para que los privados puedan desarrollar sus proyectos.
Como se ha remarcado, la ventaja comparativa de Magallanes está en los vientos patagónicos propicios para la generación eléctrica necesaria para crear hidrógeno verde y el posterior combustible sintético.
Además, Enap Magallanes también jugará un rol fundamental, volviendo a posicionarse como una empresa estratégica en el futuro energético de la región y Chile, en general.
