Qué bonita vecindad…
Prácticamente todos estamos en algún grupo de WhatsApp. Ya sea de ex compañeros de colegio, amigos de la universidad, promoción del jardín infantil, apoderados de un curso, en fin, las opciones son amplias. Y también las juntas de vecinos han optado por este método para comunicarse, más aún en estos tiempos en que es imposible reunirse de manera presencial.
El tema es que entre los vecinos, a veces, se generan discusiones tanto o más fuertes que si estuviesen frente a frente. Es lo que ocurrió en el grupo de una junta vecinal a raíz de que, como los días están más bonitos, una gran cantidad de niños sale a jugar a las plazoletas y muchos de ellos sin guardar distancia física y menos usando mascarilla. Una vecina llamó a los padres a tomar conciencia de que estamos en una emergencia sanitaria y que no era conveniente que los niños se arriesgaran a contagiarse de esa manera, por más deseos que tengan de salir a jugar.
Eso bastó para encender la mecha, porque otra vecina replicó que ella le daba permiso a su hijo para salir; otro manifestó que los niños ya no soportan más tanto encierro y así se fue armando una “pelotera” de dimes y diretes que se prolongó por varios minutos. Y como la discusión fue subiendo de tono, la presidenta de la junta, y por ende, administradora del grupo de WhatsApp, amenazó con expulsar a los conflictivos si continuaba el alegato.