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Las dos deportistas magallánicas que se la jugarán para integrar el plantel nacional que irá al Mundial juvenil de balonmano

Lunes 23 de Noviembre del 2020

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Carolina Muñoz Díaz y Victoria Muñoz Cárdenas

Ambas jugadores se integrarán en el concentrado que se realizará del 10 al 20 de diciembre en Villa Alemana, donde intentarán demostrar que a pesar de los largos meses sin entrenamientos en cancha, merecen tener un espacio en la nómina final

Por un lado está el gran desafío que implica formar parte de la lista final para el Mundial Juvenil de Balonmano que se jugará en Croacia, en 2021, pero por otro, la dificultad que representa regresar a entrenamientos en cancha justo a este nivel. Pero para Carolina Monserrat Muñoz Díaz, de 17 años, y Victoria Trinidad Muñoz Cárdenas, de 16, ser preseleccionadas nacionales y asistir a los entrenamientos que se están desarrollando en Villa Alemana es una oportunidad que no dejarán pasar.

Por eso, viajarán a la localidad de la Región de Valparaíso, para entrenar del 10 al 20 de diciembre bajo las órdenes del staff técnico nacional, liderado por Felipe Barrientos y en el que destaca el entrenador magallánico Javier Cárdenas.

Carolina Muñoz estudia en el Liceo Luis Alberto Barrera, donde cursa tercero medio. Mide 1,65 metro y su puesto es extremo izquierdo. En 2017 fue campeona nacional escolar y fue un Sudamericano, además de ser seleccionada chilena el año pasado.

A pesar de estos positivos antecedentes, reconoce que volver a los entrenamientos será “complicado por hecho de no haber hecho cancha durante todo el año, pero igual no hemos parado de entrenar, más que nada físico en casa, que es lo que se puede hacer”. Además, hay que considerar que las preseleccionadas ya han tenido dos concentraciones (o microciclos como le llaman algunos) en octubre y en noviembre, por lo que ellas se incorporarán recién para el tercer encuentro de jugadoras. “Es una desventaja, ellas han podido entrenar, pero hay que darle con todo nomás si es lo que uno quiere, hay que esforzarse el doble”.

Una experiencia nueva

Y si bien el año pasado fue seleccionada y conoce la exigencia, Carolina Muñoz advierte que “será una experiencia nueva, porque como subí de categoría, cambia el entrenador y todos tienen distintas formas de entrenar. Solamente una vez pude practicar con él (Felipe Barrientos) cuando vino el año pasado a la región a realizar entrenamientos”.

En todo caso, la ilusión de estar en el Mundial es un estímulo muy importante para la jugadora, “hay que darle con todo para llegar a lo que todos quieren, porque no soy sólo yo, en mi puesto hay varias chicas que son de buena categoría, pero no hay que hacerse menos, hay que demostrar por lo que una ha entrenado”, piensa Carolina Muñoz, que igualmente tendrá que superar el tiempo de para que le representó una lesión en una rodilla y que le impidió entrenar durante un mes. Además, durante esos diez días de entrenamientos tendrá que acostumbrarse además, a un clima muy diferente, con mucho calor.

Allí se encontrará con el entrenador Javier Cárdenas, que “aunque muchos piensan que es una ventaja, los que entrenamos con él lo vemos como una desventaja, porque como ya te conocen, siempre esperan que uno dé más. O sea, que él esté allá no nos está asegurando ningún cupo, eso no va a suceder, por el profesionalismo”, o sea, sabe que tendrá que esforzarse el doble. Igual para ella, “Javier es un excelente entrenador, por algo ha llegado donde llegó, siempre quiso ser entrenador en la selección y es importante para nosotras, porque nos conoce y podrá ayudarnos, como hace con todo el mundo”.

Este año, Carolina Muñoz ha entrenado bajo la modalidad del programa Promesas Chile, del que forma parte, por lo que “tenemos un preparador físico y me ha puesto planes y entrenamos de lunes a viernes con ese plan, de 18 a 19 horas, físico, cardio. Igual afecta el hecho que no hemos tenido pesas, que las usamos mucho y hemos tenido que arreglarnos con lo que podemos, porque es fundamental”.

Carolina Muñoz comenzó a practicar balonmano entre 2016 y 2017, asistió este último año al Nacional escolar donde fueron campeonas y que les permitió asistir al campeonato Sudamericano escolar. “Llegué al handball porque iba a la Escuela Villa Las Nieves, donde practicaba fútbol; el entrenador de handball me invitó a participar como hobbie, después me vio otro entrenador y me llevó a otro colegio por el deporte, y así fui subiendo de a poco. Desde los 3 años he hecho deporte, siempre ha sido parte de mi vida”, expresa. Igual lo que le entusiasmó del balonmano fue “el tacto de parte de los entrenadores, la forma en la que enseñan, el colectivo, que no es lo mismo que en el fútbol y las amistades que uno saca del deporte, además de la motivación que es un factor súper importante, automotivarse para seguir”, destaca Muñoz, que además del Mundial, su meta del próximo año es el torneo nacional juvenil.

La ventaja de ser zurda

Expuestas han quedado algunas de las dificultades que tendrán las dos jugadoras magallánicas que se incorporarán a la preselección, pero, en el caso de Victoria Muñoz Cárdenas, de 16 años y también estudiante de tercero medio del Liceo Luis Alberto Barrera, hay una ventaja que no todas tienen: es zurda, lo que le da una variante importante a los entrenadores. Su puesto es de extremo derecho, perfil que le permite llegar a posiciones de remate.

“Vamos a llegar a Villa Alemana a entrenar altiro después de como ocho meses. Desde el año pasado hemos estado participando, porque igual he sido preseleccionada. Este año ha sido complicado, porque ninguna de nosotras estaba acostumbrada a entrenar en casa, andábamos todo el día en el gimnasio. Ahora, los entrenamientos no han sido iguales, porque en el gimnasio teníamos pesas, equipos para hacer los entrenamientos”, comenta Victoria Muñoz, que igual cree que corren con desventaja porque “ellas llevan entrenando más que nosotras, y vamos a llegar sin haber tenido entrenamiento en cancha. Igual nos perjudicará harto el clima, porque allá están casi en verano”.

Al igual que su compañera, piensa que pese a todos estos aspectos que les juegan en contra, por encima está la posibilidad que se les abre. “Estamos con expectativas y puede haber oportunidades para quedar seleccionadas, tenemos confianza en nuestras habilidades”, manifiesta.

Victoria Muñoz comenzó a jugar en 2015, “lo conocí por el colegio, en el Miguel de Cervantes, era un Acle y en principio era arquera, estuve en la preselección en 2017, fui a concentraciones como arquera, pero como soy zurda, el año pasado, en abril, mi entrenador de la categoría me preguntó por qué mejor no probaba como jugadora de campo, porque soy zurda y alta, y así entré a la preselección. No hay muchas zurdas y altas, que igual lo soy para el promedio en Chile (1,65 metro)”, explicó.

Sobre la presencia del profesor Javier Cárdenas, la jugadora cree que será beneficioso para ellas, porque “hay una confianza, porque nos puede ayudar a adaptarnos, a corregirnos”.

Además de este desafío, Victoria Muñoz quiere seguir jugando handball y llegar a la selección, aunque también proyecta su vida estudiando, en su caso, gastronomía en Inacap.

De esta forma, tanto Carolina Muñoz Díaz como Victoria Muñoz Cárdenas, continuarán entrenando para llegar a Villa Alemana a jugársela con todo para lograr ser parte de la lista definitiva para este Mundial, que en principio estaba fijado para diciembre, pero que se postergó por el rebrote del Covid-19 en Europa.

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