Magallanes ahora
Nos encontramos ad portas de un periodo inédito en nuestra historia como país y es que por primera vez se iniciará un proceso constituyente, democrático y participativo, frente al que no podemos ser indiferentes. La gran mayoría de los chilenos nos manifestamos por elaborar una nueva Constitución, y junto con la primera elección de gobernadores regionales, se abre un camino para liberarnos de una cultura y poder centralista que no deja a sus territorios desarrollarse con mayor fuerza.
Nuestro objetivo país será colaborar para que entre todos construyamos una casa común, una casa donde nadie se sienta excluido, y en donde todos formemos parte del desarrollo de nuestra nación y región.
El proceso no será fácil, pues la cultura del centralismo forma parte de muchas de nuestras instituciones. Sin embargo, estoy convencido que la fuerza para combatirlo surge en nuestras comunidades y en su participación unidas bajo la búsqueda del bien común. Para ello, la participación debe ser real para la toma de decisiones, y por lo tanto debemos abrir los procesos de consulta ciudadana para definir las prioridades en cada provincia, comuna, ciudad y localidad de nuestra región.
No da lo mismo por quién votar, como tampoco da lo mismo no hacerlo. El próximo domingo 29 tendremos primarias legales organizadas por el Servel para elegir al candidato a gobernador regional de un sector importante y amplio de la oposición, donde compite el suscrito Juan Francisco Miranda, y Jorge Flies. La invitación es a participar, para lo cual es necesario señalar que ese día no se requiere de un permiso especial para salir de nuestras casas y acudir a sufragar.
Creo que el próximo gobierno regional con su autoridad elegida por su pueblo debe tener en el centro de su acción y de sus decisiones a las personas, su dignidad, y la promoción y defensa de sus derechos. De nada sirve tener un gobernador regional si no piensa en el bien común, y está escondido en las oficinas o no tiene los pies puestos en el suelo. Este nuevo cargo, que reemplazará al intendente, y que por lo tanto sólo podrá reemplazarlo el pueblo cada 4 años, debe orientar sus energías en la generación de empleos de calidad, en el desarrollo de ciudades más justas, en la elaboración de programas para ir en apoyo de las comunidades a través de sus organizaciones sociales, deportivas, culturales, y vecinales. Es un imperativo moral abordar las urgencias que impiden el desarrollo de nuestras familias, partiendo por generar y promover la generación de trabajo. Es el ahora lo que apremia, pues para miles de magallánicos se vive en una constante incertidumbre. No es tiempo de mirar o soñar en un futuro, si en el presente nuestro pueblo, agotado de un largo encierro, sin poder trabajar, no recibe el apoyo que debiese dar un gobierno que está preocupado de cómo viven sus habitantes.
Estoy convencido que la manera más eficaz y eficiente de superar la crisis sanitaria, económica y de representación que vivimos, es de forma descentralizada, con acuerdos de largo plazo fundados en el diálogo y respeto entre todos los que conviven y contribuyen con sus visiones orientadas hacia el bien común. Yo quiero facilitar espacios para que entre todos y todas podamos aportar para salir de los malos tiempos.
Quiero invitar a los magallánicos que nacieron en este territorio maravilloso, y también a los que han llegado a formar y a aportar de su comunidad, y que han decidido quedarse a vivir y a servir en Magallanes a participar de la primaria. Quien escribe junto a muchas voluntades queremos algo tan simple y necesario como un mejor lugar para vivir y desarrollarse, donde la confianza, la solidaridad, y la esperanza marquen estos nuevos tiempos.