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Paul McCartney y Ringo Starr recordaron a John Lennon a 40 años de su asesinato

Miércoles 9 de Diciembre del 2020

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Paul McCartney y Ringo Starr, los miembros sobrevivientes de The Beatles, tuvieron palabras para John Lennon a 40 años de su asesinato en Nueva York.

“Un día triste pero recordando a mi amigo John con la gran alegría que trajo al mundo. Siempre estaré orgulloso y feliz de haber conocido y trabajado con este increíble Scouser (oriundo de Liverpool)”, escribió McCartney junto a una fotografía de ambos.

En tanto, Ringo posteó: “El 8 de diciembre de 1980 todos tuvimos que despedirnos de John, paz y amor a John. Pido a todas las estaciones de radio de música del mundo que reproduzcan ‘Strawberry Fields Forever’. Paz y amor”.

A 40 años
de su muerte

“Nada mal para una ama de casa, ¿no?”. Esa fue la última frase que le escuchó decir. Cortaron el teléfono y los dos sintieron que no pasaría mucho tiempo hasta que se vieran de nuevo. Pero no sucedió. John Lennon con esa frase se refería a su vuelta al ruedo con Double Fantasy luego de cinco años de ostracismo en los que se dedicó a criar a su hijo Sean. Paul McCartney lo había escuchado unas horas antes de la llamada y lo había elogiado.

Tres semanas después de esa conversación, otra vez sonó el teléfono en la casa de Paul. Estaba solo. Linda, su esposa, había llevado a los chicos al colegio. Cuando atendió escuchó la voz quebrada de su manager. Al principio no entendió lo que le estaba diciendo. O, tal vez, no quiso creer lo que escuchaba. “John está muerto. Lo asesinaron de varios balazos”, dijo el hombre.

“No puedo aceptarlo, no sé qué decir”, declaró Paul bajando la mirada y apurando el paso para perderse en el edificio.

Antes de partir para su casa, Paul llamó a New York, al departamento de Dakota. Pidió hablar con Yoko Ono. La artista lo atendió. Lloraba y repetía que no entendía quién lo había asesinado, cuáles podían ser sus motivaciones.

Cómo se enteraron
del asesinato

Los tres Beatles sobrevivientes se enteraron de la noticia a través de llamados telefónicos de familiares o amigos cercanos. La mayoría de los habitantes se enteraron por la televisión, mientras veían el programa más visto del día. Estaba finalizando un partido de fútbol americano entre los New England Patriots y los Miami Dolphins cuando Howard Cosell, el periodista deportivo más conocido durante décadas, informó que John Lennon (“posiblemente el más conocido de los miembros de los Beatles”, dijo) había sido asesinado. Como pudieron los periodistas continuaron con la transmisión.

El 8 de diciembre de 1980, encontró a Ringo disfrutando en Bahamas hasta que sonó el teléfono. Era la hija de su esposa Barbara. La chica le contó que habían disparado contra John. Ringo cortó y se indignó. Pero no se preocupó demasiado. Asumió que Lennon sólo había sido herido. Se convenció que tendría un brazo o una pierna lastimada. Pero diez minutos después el teléfono volvió a sonar. Otra vez era su hijastra. Al escuchar lo que le decía, quedó inmóvil y el auricular cayó de su mano.

Mark David Chapman había asesinado a John Lennon. Ringo fue, tal vez, el primer Beatle en enterarse.

Ringo no sabía qué hacer. Hasta que, una vez más, decidió seguir su corazón. Sin consultar a nadie dejó las Bahamas y tomó un avión hacia Nueva York. Fue el único de los tres que fue a la Gran Manzana en esas horas. Al llegar, se dirigió hacia el Dakota. Atravesó la marea de curiosos y fans desconsolados, y subió a darle un abrazo a Yoko Ono.

George Harrison dormía en Friar Park, su mansión inglesa, cuando sonó el teléfono en medio de la madrugada. Lo llamaba su hermana desde Estados Unidos. Le dio la noticia. George no dijo nada. Colgó y siguió durmiendo. Apenas se despertó, unas horas después, creyó que había sido nada más que una pesadilla.

Las relaciones entre Harrison y Lennon eran de las peores en el ecosistema Beatle de los últimos años. El desdén de John en cada aparición pública había lastimado a George. En los primeros años tras la separación ambos trabajaron juntos en varias ocasiones, aunque John desde los medios siempre disparaba sus dardos y no se mostraba demasiado feliz con el temprano éxito post Beatle de George.

Cuando Harrison publicó “I, me, mine”, unas memorias en edición de lujo, Lennon lo criticó porque él no aparecía (no era cierto; aparecía varias veces pero a John creía que no se le daba el suficiente crédito).

A la tarde del 9 de diciembre, George, al igual que Paul, fue al estudio. Estaba serio y triste. En un descanso con todos los sesionistas sentados alrededor de una mesa, hablaron sobre la vida y la muerte. George expuso su visión, cargada de espiritualidad y aceptación, habló de la diferencia entre el cuerpo y el alma, y contó, sin siquiera poder sonreír, alguna anécdota sobre John.

Meses después pudo elaborar su propio homenaje a su viejo compañero. Compuso la canción “All Those Years Ago”. A la grabación invitó a Paul y a Ringo. Los tres Beatles honraron a John con este tema que se convirtió en un gran hit.