Salud inició seis sumarios en contra de restaurantes por atender público durante la cuarentena
La paciencia se agotó y es que la situación es insostenible, frente a un gobierno intransigente que no entrega respuestas a la grave situación de los trabajadores del rubro gastronómico ni de sus familias que han debido sobrevivir durante meses sin trabajar. Así los propietarios en rebeldía reabrieron las puertas de sus locales, a pesar de la cuarentena y de las restricciones impuestas por la autoridad sanitaria, con un amplio respaldo de la comunidad, que ha visto el ir a comer al centro de Punta Arenas como una forma de desacato a las medidas sanitarias
Jaime Jelincic, en su calidad de presidente de la Asociación Gastronómica de Punta Arenas, comentó que la situación que enfrentan es crítica y acusa que desde la jefatura sanitaria la única respuesta es aumentar la fiscalización. “Estamos atendiendo porque la situación es insostenible, ellos vienen a fiscalizar y vamos a tener problemas, porque la autoridad cree que la pandemia se va a resolver con la fiscalización y eso no resuelve nada. No hay apoyos y los instrumentos que se han dispuestos son marginales y casi una estupidez, por eso vamos a continuar reclamando”, advirtió.
El sector está resuelto a hacer presente su malestar, debido a la indiferencia y discriminación de que han sido objeto por parte de las autoridades. Esto, porque ellos tienen protocolos para atender, pero sufren las prohibiciones.
En medio de esta reapertura, llegó al sector de restaurantes de calle O’Higgins un equipo de fiscalización de la seremi de Salud, quienes acompañados por personal militar buscaban fiscalizar cada uno de los locales que habían sacado sus mesas para afuera para poder atender público. Además se inspeccionaron los tradicionales restaurantes de calle Bories, como La Chocolatta y el Café Bories. Los propietarios expresaron su molestia con el accionar de Salud, acusando trato discriminatorio.
A pesar del fuerte resguardo militar, los fiscalizadores se encontraron con la oposición de los dueños de restaurantes de calle O’Higgins, quienes encabezados por el presidente de la organización, Jaime Jelincic, les negaron la entrada a sus locales, arguyendo la grave situación que enfrentan y de la necesidad de trabajar. Un discurso que sacó aplausos de los trabajadores y comensales, quienes respaldaron esta acción. Fue en ese momento que los fiscalizadores comenzaron a tomar fotos a las personas que estaban sentadas en las mesas, aunque informaron que no serían sancionadas, sino que se hicieron las fotos para iniciar el sumario a los restaurantes.
Si bien se solicitó un pronunciamiento por parte del seremi (s) de Salud, Eduardo Castillo, desde dicha secretaría se limitaron a informar que se iniciaron seis sumarios sanitarios por la atención a público, pero no entregaron información respecto de cuáles son los locales investigados ni tampoco se hicieron cargo de la grave situación que enfrenta el sector.
El apoyo irrestricto
de la comunidad
Una de las personas que llegó ayer a comer a los restaurantes fue Laura Peña 69, quien estuvo acompañada por Belisario Saldivia, de 72 años. “Ellos tienen nuestro apoyo. Además yo me cansé de ser un número, encerrada en mi casa desde marzo. Quiero volver a ser persona antes de morir. Por eso, me decidí a ser rebelde y venir a apoyarlos de todas maneras. Si me enfermo no salgo más, por eso quiero vivir bien mis últimos momentos, porque además no sabemos hasta cuándo va a durar la pandemia”, dijo.
De la misma manera, Belisario Saldivia comentó que trabaja en una empresa privada y tiene salvoconducto. Pero dijo que tenían una vida muy activa antes de la pandemia, comían juntos y visitaban distintos lugares, incluido el casino, pero en la actualidad llevan meses encerrados, han perdido la calidad de vida por una estrategia que claramente no ha dado resultado.
Marianela Valderrama, otra de los asistentes, comentó: “Como magallánicas apoyamos a las empresas que han sido golpeadas por la pandemia, las han tenido con las puertas cerradas por meses. Creo que el criterio tiene que cambiar. Está bien que haya cuarentena, pero sabemos también de las necesidades y de las familias que están detrás de las empresas regionales”, dijo.
Marlene Valderrama quien la acompañaba también señaló que el encierro la ha afectado. “Salir aunque sea a un lugar abierto es tener libertad y es que el encierro ha ido afectando”, sentenció.