Control de la rata almizclera
La Agrupación Ecológica Patagónica está alertando sobre el crecimiento de la población de ratas almizcleras en Punta Arenas, cuya presencia se está haciendo más visible en la zona, sobre todo en el sector del Humedal Tres Puentes y otras áreas lacustres de la península de Brunswick.
Se trata de un roedor semi acuático de tamaño medio, oriundo de América del Norte. Fue introducido en 1948 en Tierra del Fuego argentina, adaptándose a las condiciones reinantes y copando la mayoría de los hábitats lóticos (ecosistemas de un río, arroyo o manantial) y lénticos (cuerpos de agua cerrados como lagos, lagunas, esteros y pantanos).
Ejemplares de la rata almizclera llegaron a territorio fueguino chileno al igual que otras plagas exóticas, introducidas de manera independiente para favorecer actividades económicas, como el castor, también traído a Tierra del Fuego en la década de 1940. El visón, en tanto, llegó a Punta Arenas entre 1936 y 1938.
Así se ha conformado una triada peligrosa que ha generado un tremendo desbalance de los ecosistemas donde se ha alojado, poniendo en peligro recursos naturales al provocar inundaciones, destrucción de bosques, disrupción de cursos de aguas y transformarse en amenaza para las especies nativas.
En particular, la rata almizclera remueve gran cantidad de vegetación y su presencia en una zona puede ser la antesala de la llegada del visón, único depredador natural del castor y de este roedor del género Ondatra.
La alerta de la agrupación ambientalista apunta precisamente a esta íntima conexión que mantienen las tres especies y el daño que la presencia de éstas provoca. Su queja apunta a una aparente desidia del Servicio Agrícola y Ganadero (Sag), entidad con la cual han buscado abordar este problema, pero sin sentir que su advertencia está siendo tomada en su justa dimensión.
Monitoreo y seguimiento de la especie, así como del impacto que su presencia está teniendo son parte de las acciones que se espera desarrolle el Sag, en el entendido que es preferible actuar en forma oportuna y mantener realmente controlada o, derechamente, erradicar a la rata almizclera, antes que su población se desborde y genere un daño irreparable a los ecosistemas regionales.