Anormal inquietud
Llamó la atención que medios nacionales y en las redes sociales más de alguno reaccionara por el desplazamiento de los barcos pesqueros chinos por el litoral chileno en demanda del Atlántico sur.
Quizás se pensó que algunas de estas naves podía tocar puerto chileno y, al ingresar al estrecho de Magallanes, pudiese atracar en el puerto de Punta Arenas.
Sin embargo, muchos olvidan que desde hace muchos años es tradicional que esta flota de barcos calamareros asiáticos cruzan dos veces al año el estrecho de Magallanes. En otoño lo hacen desde el Atlántico al Pacífico y en esta época viceversa porque cambian de zonas de pesca.
La inquietud este año pudo estar por el “prestigio” que se ganaron los chinos al propagar el Covid-19 que hoy tiene a todo el planeta sumido en la pandemia, pero claro está que sus tripulantes nunca bajan a puerto porque los buques no recalan, salvo excepciones como aquellos que alguna vez se lanzaron al agua frente a Punta Arenas, desertando de la tripulación, algunos con lamentables consecuencias.