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Para José Perich Slater el boxeo fue la pasión de su vida

Martes 22 de Diciembre del 2020

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José Perich Slater fue un incondicional del deporte, especialmente por el boxeo, actividad que lo apasionaba y por la cual dedicó gran parte de su vida, logrando posicionarla como una de las más importantes de la región.

Toda esa dedicación, no sólo para el deporte de los puños sino que también como directivo de la Confederación Deportiva de Magallanes, tuvo su reconocimiento en vida con el nombramiento del gimnasio de la institución con su nombre.

“Para el boxeo regional 1981 fue un año deportivamente bueno, aunque económicamente regular, con veladas que generaron ganancias y otras que se consumieron lo ganado”, expresaba José Perich como presidente de la Asociación de Boxeo de Magallanes a comienzos del ‘82.

En una nota que se le hizo en esa época en la “Casa del Deportista”, que se ubicaba a un costado del antiguo gimnasio de la Confederación Deportiva y que permitía el alojamiento de pequeñas delegaciones o deportistas que venían a nuestra ciudad a competir, Perich habló de lo que fue su pasión de toda la vida.

ETERNO DIRIGENTE

Fue un eterno dirigente del boxeo en el plano regional como nacional y, no porque quisiera “apernarse” en el cargo, era el único que lograba aglutinar a los dirigentes y pugilistas en favor del desarrollo de la actividad.

Organizador permanente de campeonatos y festivales boxísticos a nivel regional, con presencia de grandes exponentes profesionales para la época, eran habituales las “peleas” que se hacían en el gimnasio de calle O’Higgins. Fueron tiempos de gloria para el deporte de los puños que por estos días muchos añoran.

Pero, a pesar de las ganas y sus intenciones de mantener el boxeo vigente, el trabajo no era fácil, especialmente en el plano financiero, por los altos costos que devengaba cada reunión y no siempre el “respetable” acompañaba los espectáculos.

FINANCIAMIENTO

“Deportivamente 1981 fue bueno, pero económicamente regular, nos financiamos a duras penas, pues tenemos un saldo en contra de 47 mil pesos, que si se lo agregamos al déficit que arrastramos de 1980 nos da un total de 362 mil pesos”, argumentaba en la entrevista para señalar las dificultades que tenían para mantener al boxeo vigente.

“Felizmente tenemos una congelación de nuestra deuda con la Federación Nacional que es de alrededor de los 178 mil pesos. Esa es la cuenta que entregará nuestro tesorero, Manuel Vidal, cuando nos reunamos para proceder a la entrega de la directiva y elección de una nueva mesa”.

Al consultarse sobre su continuidad en el cargo añadía que “he manifestado reiteradamente mis deseos de dejar esto, pero tenemos un equipo muy integrado de personas que está haciendo bien las cosas”.

“Tenemos un déficit y existe la voluntad para superar esta situación con mucho trabajo. Hay unanimidad en aceptar la reelección, pero también estamos dispuestos a dejar nuestros cargos si los delegados así lo estiman. En todo caso seguiremos cooperando como si siguieran vigentes nuestras responsabilidades”.

“Todos quieren seguir como hasta ahora. Claro que hemos hecho las cosas bien, y de ello están conscientes los dirigentes de la Federación de Boxeo, quienes me otorgaron en su congreso de dirigentes una medalla como el dirigente más antiguo del boxeo chileno”.

Aceptaba las tallas con buen humor. No era casual que cuando las veladas tenían éxito proliferaban los gritos desde las graderías ‘¡Te estás llenando Peric!’, pero cuando la asistencia era pobre se acababan las alusiones a su supuesto enriquecimiento.

HUGO FICA

En esa oportunidad tuvo sentidas palabras para Hugo Fica, destacado boxeador magallánico ya fallecido que animó innumerables jornadas de boxeo en nuestra ciudad y que fue campeón de Chile en 1980 tras derrotar a quien entonces ostentaba el título, el osornino Juan Carlos Maldonado.

“Para mí pocos boxeadores han dado tanto como este muchacho, que entre los doce y los treinta años entregó lo mejor de sí para Magallanes y Chile en este difícil deporte”, decía Peric en 1982.

“Fue valiente como púgil. Aunque carente de técnica hizo esfuerzos increíbles para llegar a ganar para su región un título nacional. Tuvo la valentía necesaria para ir a combatir con el campeón mundial de los súper gallos, Ricardo Palma. Me declaro admirador de este muchacho y lo cito continuamente como ejemplo de constancia y valentía”.

En su última pelea, Fica enfrentó a Lucio Torales quien le propinó un tremendo castigo que obligó a su internación en el antiguo Hospital Regional, adelantando con ello su retiro de la actividad.

Al respecto Peric señalaba su amargura por lo sucedido, “consideraba que tenía por lo menos para dos años más. Podría haber vuelto, pero no podemos exigirle tanto a una persona que ha vivido tan de cerca la violencia de esta ruda disciplina”.

“Me alegro porque él está muy bien y ha sido uno de los pocos que han invertido bien lo obtenido a través del boxeo. Tiene una buena casita y un auto que es su herramienta de trabajo”.

FRUSTRACION

Como paréntesis comentaba su frustración por no haber podido publicar la historia del boxeo magallánico, porque los originales se los prestó a un amigo y éste los perdió.

“Se fueron muchas horas de consultas y archivos, pero si los volviera a rehacer sin duda que Fica ocuparía un lugar importante”.

“Este boxeador tiene los mejores pergaminos, lástima que, como de costumbre, en el momento de su caída muchos le volvieron la espalda y la cuenta de ahorro fue sólo una efímera voluntad”.

Ante la crítica sobre la falta de un médico en algunas veladas boxísticas, al respecto Perich indicaba que “estamos como asociación conscientes de esta necesidad. Ese es un problema en todos los cuadriláteros del país”.

“Aunque sería bueno decirlo públicamente, que hemos contado con la ayuda de los doctores Carvajal y Aguilar, a ellos nuestro reconocimiento porque lo han hecho en forma desinteresada en las oportunidades que han podido”.

También se le consultó por los controles previos a las peleas, a lo que comentó que “ya no se hacen. La Digeder (actual IND) aplicó una política de racionalización de personal y el médico que lo hacía se fue”.

“Nosotros hemos manifestado en todos los tonos nuestro malestar por esta situación, pero hasta el momento nadie dice nada”.

“Pueda ser que el próximo año se solucione esta situación tan irregular, ya que nuestros boxeadores están subiendo al ring sin control médico, faltando con ello al reglamento”.

Le preocupaba a José Peric los semilleros de futuros boxeadores, ya que no se habían obtenido buenos resultados en los campeonatos nacionales, donde ocuparon por esos años un décimo lugar entre quince asociaciones.

Lo asociaba a la falta de roce, al poco contacto de los púgiles amateur con sus pares de otras regiones, además que la llegada de delegaciones que traían desde el norte les significaba un fracaso en lo económico, “a nadie le interesa pagar por ver peleas amateur”.

FIGURAS EMERGENTES

Pese a todo, Punta Arenas disponía en esa época de un cuarteto de boxeadores con proyección.

Uno de ellos era Elías Concha, “quien a mi juicio tiene el cúmulo de capacidades para ser un excelente profesional, sobre todo en el aspecto físico”, comentaba Perich.

“Ahora, en el aspecto personal deberá girar en 90 grados si quiere alcanzar la cumbre. No es vicioso pero es muy porfiado”.

“Está creído en que no tiene nada más que aprender y para él su rincón ya no es importante. Se entrena a su manera. Resumiendo, si no doblega su rebeldía, estimo que no llegará a ninguna parte, lo que sería una lástima”.

También tenía su opinión sobre otro proyecto de ese tiempo, Nelson Ampuero, de quien señalaba “tiene una habilidad asombrosa. No pelea por round sino que por ‘marea’ (pelea sin tregua de tiempo)”.

“Desgraciadamente es derecho y pelea como zurdo, un grave defecto, el peor defecto de un boxeador. Si no cambia la guardia no irá a ningún lado”.

José Perich Slater falleció el martes 12 de agosto de 2003, víctima de una insuficiencia cardiorrespiratoria. Sus restos mortales fueron velados en el gimnasio de la Confederación Deportiva de Magallanes, que lleva su nombre desde 1997.