Vacuna y normalización de la vida

– La llegada de la vacuna es vista de forma positiva y permite vislumbrar, en horizontes más próximos, la reactivación de la economía…y pensar que asistiremos a la normalización paulatina, pero sin retrocesos, de todas las actividades, incluidos los sectores de la enseñanza, la cultura y el deporte.

Con premura y en forma exitosa, se completó el viernes la primera fase del proceso de vacunación contra el Covid-19 en Magallanes, zona a la cual se le otorgó prioridad en el plan nacional debido al número de contagios y a la alta tasa de incidencia.

El gobierno ha confirmado que durante enero se seguirán recibiendo todas las semanas nuevas dosis de la vacuna del laboratorio Pfizer-BioNtech y que, después del 20 de dicho mes, se sumarán inoculaciones de otro origen, como la Sonivac de China.

En general, el ministerio de Salud realizó contratos de compra por 36 millones de vacunas, número al cual se agregan las de AstraZeneca-Oxford y Johnson & Johnson.

Así, se debe reconocer que esta acción permite que hoy Chile sea el país latinoamericano con el mayor número de reservas de vacunas en relación a sus habitantes.

Tras casi diez meses de vivir bajo el azote del coronavirus, el proceso de vacunación genera esperanza. Como lo declaró Vanesa Santibáñez – la primera magallánica en ser inoculada-, deberíamos estar frente al inicio del fin de esta pandemia. Claro está que no sabemos cómo evolucionará este virus ni si sobrevendrá otra catástrofe sanitaria.

Pero, mientras tanto, la llegada de la vacuna es vista de forma positiva y permite vislumbrar, en horizontes más próximos, la reactivación de la economía. Han sido muchos los emprendimientos y empresas afectados con las medidas de cuarentena, confinamiento y restricciones sanitarias. Esto, a la vez, ha tenido un gran impacto en el mercado laboral, mermando los ingresos familiares.

Igualmente, el coronavirus ha provocado un gran daño en la salud mental y ha trastocado la vida de todos. Por eso, el proceso de vacunación también permite recobrar el aliento y pensar que, en los próximos meses, asistiremos a la normalización paulatina, pero sin retrocesos, de todas las actividades, incluidos los sectores de la enseñanza, la cultura y el deporte.