Escuela Coral de Magallanes publica videos con los primeros resultados de su trabajo

Ni las restricciones han impedido trabajar a la recientemente formada Escuela Coral de Magallanes, que ya ha publicado cinco videos en su cuenta de Youtube, que dan cuenta del trabajo realizado en estos últimos seis meses, todo de manera virtual. Los profesores de Educación Musical y directores de coros, Joshua Obilinovic y Gonzalo Fernández, están a cargo de este proyecto, que cuenta con 13 estudiantes, en su mayoría mujeres, de entre 8 y 18 años. En este taller musical los jóvenes y niños han podido continuar desde sus casas con el desarrollo de sus habilidades musicales, técnica vocal y lectura, además de formar nuevas amistades en torno a la música.

El coro está formado por los sopranos Aileen Mackenna, Amanda Muñoz, Pilar Cabrera, Lis Crespo, Sofía Pavez y Paula Velásquez; los mezzosopranos María Isabel Portolán, Emilio Fernández, Josefa Mansilla y Martina Umaña, y finalmente, en contraltos, Damiana Montenegro, Victoria Peñaloza, Natalia Savareses y Monserrat Melgarejo.

El profesor Gonzalo Fernández expuso que el repertorio que han trabajado cuenta con canciones de moda y clásicas, un villancico, y una versión del Canto a Magallanes, que esperan publicar en marzo, en la que elaboraron una especie de “respuesta” a la Oración por Magallanes. “La idea es buscar la parte docta de la música coral, la parte popular que les guste a ellos y rescatar el patrimonio musical de la región”, describió.

Pero para trabajar en un coro, es necesario ensayar y además, ensamblar las voces, un desafío importante, por más que la tecnología ayude. Fernández y Obilinovic se dividieron la edición, “pero enviamos todo antes, pistas de apoyo, pulso con instrucciones, video, partitura, ellos graban su voz y nosotros las mezclamos. Próximamente vamos a trabajar una plataforma para hacer ensayos en línea”.

El coro estuvo en receso durante enero y tras estrenar sus videos, en febrero realizará clases individuales, para retomar con el coro general, en marzo. “Nuestra meta es que podamos empezar de a poco, dependiendo como estén las condiciones, para hacer ensayos una vez a la semana o al mes, para juntarnos. Este coro nunca se ha juntado presencialmente, entonces, que nazca uno en pandemia, es una nueva forma de hacer música, así que tenemos la esperanza de que cuando nos juntemos los niños van a cantar súper bien. Los niños se acompañaron en estas actividades, lo que les permitió estar mejor anímicamente, en un principio costó, pero se adaptaron súper bien. Fue lo más bonito del año 2020”, valoró Gonzalo Fernández.

Esa opinión es compartida por los integrantes del coro y también por sus familias. Martina Umaña comentó que “a mí me gusta cantar y al integrarme a este coro pude aprender técnicas que no había practicado antes. Pude sonar más afinada y cantar más fuerte; fue una muy buena experiencia, aparte de ser entretenida”. Sus papás añadieron que “estamos felices que nuestra hija tuviera la oportunidad de participar de la Escuela Coral a través de ‘teleclases’. Una experiencia innovadora y contingente a la actualidad, que aporta a la formación y desarrollo de nuestros hijos”.

En tanto, Paola Ojeda, mamá de Aileen Mackenna, estudiante de cuarto básico del Liceo María Auxiliadora, reconoció que “siempre le ha gustado la música, y al ver la nota en el diario de una escuela de coro no dudó en hacer el casting donde fue aceptada. Estos meses han sido de harto esfuerzo, tanto para los alumnos como los profesores que son excelentes, han aprendido muchas técnicas vocales y también de conocerse sólo por cámara sin aun tener la posibilidad de ensayar en vivo todos juntos, se estrecharon varios lazos y ahora espera con ansias retomar en marzo. Como familia estamos muy agradecidos, ya que gracias a estas actividades no se notó el encierro de casi un año”.

Lis Crespo quiere que llegue pronto marzo para retomar el trabajo en el coro, comenta su mamá Loliett, quien felicitó a los profesores por esta iniciativa. “Mi hija disfruta mucho sus clases y a nosotros nos complace mucho el compromiso de ambos profesores, con este proyecto”. A su vez, Christian Montenegro, papá de Damiana Montenegro añadió que “estamos muy felices y agradecidos por la dedicación por parte de los profesores hacia nuestra hija y todo el grupo en general. Las clases para Damiana representan momentos de inspiración, en donde puede expresar todos sus sentimientos, sacando lo mejor de ella”. Finalmente, la mamá de Emilio Fernández destacó, en esta misma línea que, “estamos muy contentos y agradecidos del trabajo de esta escuela; la música es muy importante en el desarrollo de los niños, el coro permitió a nuestro hijo seguir trabajando el canto y la música, conocer amigos, grabar videos y disfrutar, gracias a los profesores y todos los integrantes”.