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Vuelco en parricidio del desabollador: hijo se inculpó y su madre y hermana dejaron la cárcel

Viernes 29 de Enero del 2021

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Se rompió el “pacto de silencio”. Fiscal Fernando Dobson interrogó por más de 5 horas a los imputados en el complejo penitenciario.

Un vuelco total adquirió en las últimas horas la investigación por el crimen del desabollador Omar Díaz Barría. Las nuevas declaraciones de los imputados hicieron posible que ayer en la tarde y luego de 156 días en prisión, abandonaran la cárcel la esposa del trabajador asesinado, Margarita Pérez Muñoz y su hija, Constanza Díaz Pérez.

Por ahora sólo quedó recluido el hijo, Omar Ariel Díaz Pérez, quien se inculpó del homicidio de su padre, permitiendo con ello que el fiscal Fernando Dobson se allanara a que la madre y la hermana pudieran dejar el complejo penitenciario de Punta Arenas.

El abogado defensor de ambas imputadas, Juan Carlos Rebolledo, pidió en la audiencia de ayer el cambio de la medida cautelar, argumentando que las declaraciones de sus representadas, tomadas en la cárcel, “constituyen, en concepto de esta parte, un nuevo antecedente”.

Hasta el viernes 22 de enero nada hacía presagiar este cambio, cuando se pidieron dos meses más de plazo para el cierre de la investigación.

Por lo mismo, al día siguiente La Prensa Austral llevó una nota titulada: “la compleja investigación de la Fiscalía para aclarar parricidio”, dando cuenta del crimen del desabollador Omar Díaz Barría, ultimado con a lo menos 86 heridas. El cuerpo fue encontrado el 10 de febrero de 2018, quemado y con signos de haber sido desmembrado, en pasaje Ñandú, parcela 231, sector de villa Generosa, al surponiente de Punta Arenas.

El hallazgo de su cuerpo se produjo 5 días después de que Omar Díaz se encontrara en su casa, bajo los efectos del alcohol y en compañía de su esposa y dos de los hijos.

El informe de la PDI establece que ese día, 5 de febrero de 2018, lo habrían agredido “en diferentes partes del cuerpo, mientras la víctima se defendía, cayendo al suelo pero aún con vida”.

Dos años y 6 meses pasaron para que la Policía de Investigaciones pudiera esclarecer este cruel hecho de sangre.

El 25 de agosto de 2020 fue formalizada la esposa, Margarita Pérez Muñoz y los hijos del matrimonio, Omar Ariel y Constanza Isabel Díaz Pérez, quedando todos en prisión.

Hasta ahí existía una suerte de “pacto de silencio” entre la madre y sus dos hijos.

Cinco meses en la cárcel fue un tiempo más que suficiente para que madre e hija recapacitaran y cambiaran de opinión. Decidieron allanarse a colaborar con la investigación. Obviamente que obteniendo algo a cambio: dejar la cárcel, como ocurrió ayer, pasadas las 17 horas.

Libertad

Ayer Dobson dijo al juez Cristián Armijo que no se oponía a que madre e hija abandonaran el recinto penitenciario, reconociendo que “se allegaron antecedentes a los que la Fiscalía les da el carácter de sustancial, en torno a poder de alguna forma revisar la situación cautelar de ambas imputadas”.

Tampoco se opuso el abogado querellante, Rodrigo Araya, que representa a Marbeth Díaz, hermana del asesinado desabollador.

Hijo se inculpó

En conversación con La Prensa Austral, Fernando Dobson recordó que al comienzo los familiares interpusieron una denuncia por presunta desgracia. Frente a la comunidad eran víctimas de la desaparición de Omar Díaz.

Y que luego, cuando adquirieron la calidad de imputados, “guardaron silencio en torno a todos los elementos que los incriminaban con la muerte del padre y cónyuge”.

En dos ocasiones intentó interrogarlos. Una fue en diciembre, donde dos no reconocieron participación. Sin embargo en las postrimerías del cierre de la investigación surgió la posibilidad de entrevistarlos en el recinto carcelario, de manera individual.

Cinco horas se extendió este trámite. El fiscal asistió acompañado de oficiales de la Brigada de Homicidios, estando presente también el defensor Juan Carlos Rebolledo.

Pacto de silencio

De lo expresado por el fiscal se desprende que se rompió el pacto de silencio.

“Obtuvimos elementos que nos permiten fundar una participación directa de uno de los imputados que se autoincriminó, y tenemos dos que se sitúan en labores de encubrimiento, ocultando los efectos del delito, haciendo desaparecer elementos y rastros”.

El que se autoincriminó es el hijo, quien mató a su padre. Y las mujeres tendrían la calidad de encubridoras, una figura que en el caso de parientes directos no tiene sanción penal.

“Estos nuevos antecedentes reafirman la autoría de Omar Díaz Pérez, a título de autor”, indicó.

Además los nuevos elementos, como son las declaraciones de los tres imputados, permitirán conducir la investigación a precisar si hay participación a título de cómplice o bien de encubridores de las dos mujeres.

Teniendo en cuenta este elemento sustancial, como fue la declaración inculpatoria del hijo, que obligadamente genera un cambio de comportamiento procesal, el fiscal dijo en la audiencia que se allanaba a que madre e hija quedaran sujetas a la medida de arresto domiciliario nocturno.