Basura colapsa contenedores de los vecinos del barrio Chilote

Se trata de un hecho que lamentablemente no es aislado y que además de dejar en evidencia este “delito ambiental” reafirma la necesidad del cierre perimetral del sector de los edificios.

La postal dejaba mucho que desear ayer en el sector de los edificios del Barrio Archipiélago de Chiloé. Los contenedores se hacían tan insuficientes para tanta basura como suficientes para que los vecinos pusieran el grito en el cielo por una situación que ya no parece aislada en este sector sur de Punta Arenas.

Pongámoslo de esta forma, señaló el dirigente José Necul: “Abres la puertas de tu casa y te encuentras con esto. El colapso pasa porque la gente viene a arrojar sus desperdicios desde otros sectores y, peor aún, el servicio de extracción no pasó la semana pasada”.

Así de conciso fue el vecino al momento de dar a conocer esta situación, mientras saltaban a la vista los tachos de pintura, restos de materiales de construcción y hasta una caja de cambios de vehículos, entre tanto variopinto desperdicio. “Aquí son siete edificios, de 32 departamentos cada uno, los que disponen de estos contenedores que son suficientes y prácticos, el problema es que desde hace un tiempo están viniendo personas de otros sectores para arrojar su basura. Se aprovechan porque aquí no hay un cierre, está todo abierto”.

Necul agrega que resulta paradójico que cuando se habla tanto de emergencias y medidas sanitarias, vecinos de un sector de Punta Arenas, “y probablemente no seamos los únicos”, tengan que verse enfrentados a este tipo de situaciones por irresponsabilidad de algunas personas que no piensan en el bienestar ni en la sana convivencia de los vecinos.

Planteó que la realidad salta a la vista y que eso conlleva al temor de que se transforme en un microbasural con las consecuencias que esto tiene, infecciones y la llegada de roedores. “Hoy mismo envié una carta al alcalde y a los concejales para que nos ayuden a lograr una solución. Por el momento hay un proyecto, comprometido desde que se nos volaron los techos de los edificios y del cual hasta hoy no hemos sabido nada por parte del Serviu, que considera el cierre perimetral con rejas de todo el sector. También se consideraba la instalación de cámaras, que nos permitirían ver quién es o son las personas que viene a arrojar su basura”.

El dirigente pidió a las personas tomar consciencia de lo que este tipo de acciones significa, “porque para nadie, por más humilde que sea, es agradable abrir la puerta de su casa y encontrarse con esta realidad”.