Barrios natalinos conforman sus rutas culturales patrimoniales
El domicilio de vecinas y vecinos que dejaron huella, el comercio y emprendimientos que marcaron el desarrollo del sector, las principales arterias que los conectaron, los espacios públicos y de encuentro, los recintos deportivos y centros de salud, entre otros, es posible identificar y conocer en las “Rutas Culturales Patrimoniales” de dos tradicionales barrios de Puerto Natales.
Se trata de una iniciativa impulsada por la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del programa Fortalecimiento de la Identidad Cultural Regional (FICR), y que esta semana concluyó con la instalación de placas que destacan los hitos históricos de las comunidades de las Juntas de Vecinos N° 2 y Nº 16 de la capital de Ultima Esperanza.
“En la historia del barrio hay muchas cosas. Cuando comencé acá, recuerdo que trabajamos par a par con todos los vecinos. Para formar nuestra población, tuvimos que arrastrar las casas. No teníamos Junta en ese tiempo. Todo se hizo con el sacrificio de los vecinos y de a poco se fue agrandando hasta llegar a lo que tenemos hoy”, manifestó Sonia Quinán, presidenta de la Junta de Vecinos N° 16, junto con agradecer y resaltar la iniciativa.
Las placas, dípticos en acrílico e instalados en el frontis de ambas sedes vecinales, representan el resumen gráfico del proyecto, denominado “Diseño e implementación comunitaria de ruta cultural en dos barrios de la comuna de Natales” y que tuvo como propósito identificar en conjunto con las y los actores de la vida local, hechos relevantes para la elaboración de circuitos patrimoniales en sus territorios. Incluyó a las poblaciones Andrés Bello, (Junta de Vecinos N°2), que comprende las calles Ramírez hasta Santiago Bueras y desde O’Higgins a Valdivia, y Estadio (Junta de Vecinos N° 16), que abarca desde Santiago Bueras a Avenida España y las calles Rubén Darío a Javiera Carrera.
Este trabajo comenzó en octubre del 2020, con el levantamiento de información y la posterior sistematización para más tarde elaborar el circuito definitivo, todo siempre en compañía de la comunidad. El proceso fue liderado por un equipo de profesionales de la capital de la provincia de Ultima Esperanza, integrado por la antropóloga, Rocío Gallardo; la diseñadora industrial, Daphne Damm, y el arquitecto, Rodrigo Soto.