Alfredo Franulic, un grande en la época de oro del básquetbol

En las décadas del ‘40 y ‘50 muchos fueron los deportistas que destacaron en el plano regional en distintas disciplinas, donde el básquetbol tuvo grandes exponentes que fueron parte importante en el desarrollo de este deporte en Magallanes.

Algunos con bastante más protagonismo que otros pero no por ello menos trascendentes durante su vida deportiva.

Uno de ellos fue Alfredo Franulic, quien por más de quince años fue destacado basquetbolista en una de las épocas de oro del baloncesto local.

Se inició en el Deportivo Liceo para continuar en el Pudeto, mientras cumplió con sus obligaciones militares para concluir en el Sokol, casaquilla que defendió hasta que una rebelde lesión a la columna lo obligó a abandonar tempranamente el deporte de sus amores.

Paralelamente con jugar básquetbol también integró el cuerpo de árbitros que disponía la Asociación local para el control de los partidos, donde también cumplió un rol destacado, además de enseñar a los jóvenes lo que había aprendido una vez que dejó la práctica activa.

INICIOS

En una nota realizada por Angel Serra, Franulic hizo recuerdos de su época en el deporte, destacando que “comencé en los tiempos en que era profesor el señor Herrera, cuyo nombre no recuerdo”.

“Varios de sus alumnos le debemos mucho a este profesor porque gracias a sus enseñanzas pudimos aprender los secretos del básquetbol”.

“En la antigua escuela Anexa, que se ubicaba en Avda. Colón, estudié y cumplí la enseñanza básica para luego hacer las humanidades (enseñanza media) en el Liceo de Hombres, pero fue en una canchita de tierra de la Anexa donde comencé a jugar básquetbol y comenzó a gustarme”.

“Desde luego que en el Liceo continué jugando y progresando paulatinamente bajo la mirada atenta del profesor Herrera, como también otros alumnos que posteriormente fueron elementos destacados del básquetbol magallánico”.

DEBUT

“Recuerdo que en 1943, en una de las tantas oportunidades que Liceo enfrentó al Audax Italiano, que en esos tiempos tenía un gran equipo, con jugadores como Taberner, David Páez, Mayorga, Mell, Tonini, entre otros”.

“Yo estaba en la banca y en un momento debí ingresar, desde luego muy nervioso porque era una final y en mi equipo había figuras como el ‘Negro’ Amarales, Rendoll y otros destacados”.

“Salieron algunos titulares por faltas personales, en ese tiempo se podían hacer tres, de tal manera que tuve que actuar y creo que lo hice bastante bien porque de ahí en adelante jugué en primera serie durante varios años”.

“En la oportunidad que debuté le ganamos el campeonato al Audax, que disponía de jugadores avezados y capacitados y nosotros con un grupo de jugadores muy jóvenes nos dimos el lujo de ganarles, si mal no recuerdo por sólo un punto”.

En esos años se jugaba en el Salón Armonía que estaba ubicado en Waldo Seguel con Armando Sanhueza y que actualmente ya no existe.

“Realmente la cancha era bastante mala pero era el único lugar donde podíamos jugar. Lo recuerdo porque gran parte de mi campaña la hice allí jugando por Liceo”.

COMIENZO
EN EL LICEO

“Los dos primeros años no hicimos mucho pero posteriormente, con las incorporaciones de los hermanos Ojeda, Cascardo y Sergio Ruiz, fuimos campeones durante tres años seguidos”.

“Luego me correspondió hacer el servicio militar por lo que debí actuar por el Pudeto, pero una vez que fui licenciado y considerando mi ancestro croata, ingresé al Sokol donde ya jugaba fútbol por el club”.

“En el Sokol al principio teníamos un equipo mediocre, pero paulatinamente fuimos mejorando y una vez que llegó el ‘Pollo’ Radic se levantó el nivel de juego, llegando a conquistar seis o siete campeonatos en temporadas consecutivas”.

“Fue uno de los buenos tiempos que tuvo el básquetbol magallánico, se jugaba con garra y mucho amor por la camiseta, no  como ahora que se puede decir que este deporte es prácticamente profesional”.

“De los equipos que más recuerdo fueron los dos primeros campeonatos donde tuvimos un equipo bastante bueno. Actuaba junto a Juan Blazina, Radic, Gergia, Djumovic y Gligo”.

SOKOL – GOES

“Recuerdo especialmente el partido cuando el Sokol se dio el lujo de ganarle al Goes de Montevideo, poderoso equipo uruguayo que perdió su invicto acá, donde el Sokol hizo un gran partido con un Radic realmente inspirado”.

“Aunque yo estaba en la banca porque venía saliendo de una lesión, gocé tanto como si hubiese actuado. A nivel local hubo partidos muy interesantes con Naval, el mismo Audax, que tuvo un periodo muy bueno, y especialmente con Liceo que tenía en sus filas a Hall y Urra, pero siempre nos defendimos bien”.

“Tampoco debo olvidar a Español con Hijerra y Curutchet pero no tenían regularidad. En una oportunidad nos ganaban el primer tiempo por treinta puntos y terminamos ganando finalmente por seis”.

“Me atrevo a asegurar que teníamos mejor básquetbol. Se jugaba con el corazón y se empapaba la camiseta. Ahora me da hasta rabia ver como los jugadores no se esfuerzan, caminan y se les escapa el balón de las manos. Cómo pueden jugar en primera si no saben ni los fundamentos. Son jugadores de buena puntería pero les falta mucho”.

SELECCIONADO

“Integré por primera vez la selección en 1948, cuando Punta Arenas fue por primera vez a un Nacional a Temuco y estaba integrada por jugadores del Naval, Páez, uno de los Ojeda y yo”.

“Nos fue bastante mal. nos eliminaron en los primeros partidos por falta de roce. Posteriormente estuve en los Nacionales de Talagante, La Serena, Concepción y también integré la delegación del Sokol a Antofagasta con motivo de la inauguración del gimnasio del Sokol de esa localidad”.

“La selección más recordada fue la que integré a un Nacional en la capital. Se cumplió una buena actuación porque ganamos los primeros partidos”.

“Teníamos un buen conjunto y entre otros estaban Vicente Karelovic, Tulio Valpreda, Marty y Munilla y recuerdo a Carlos González que también estuvo en la gira”.