El argot periodístico
Mis andaduras periodísticas me han llevado a trabajar en los más diversos medios de difusión,. Y en esos medios he sido honrado, fustigado, felicitado, premiado, sancionado y hasta echado. No me puedo quejar. Me ha pasado de todo, y he llegado a la conclusión que los diarios y revistas son como los vendedores ambulantes o como las declaraciones oficiales del gobierno: hay que creerles la mitad, no más.
A continuación les presento un hato de frases de políticos extractadas de la prensa nacional y el modo en que deben entenderse.
– En nuestro gobierno los únicos privilegiados serán los niños.
Claro. Pero los niños de padres privilegiados.
– Primero la Patria, después el partido político y último los hombres.
Claro. Pero los últimos serán los primeros.
– Eso lo tiene que determinar la justicia.
O sea, estamos aleccionando al juez que determine lo que queremos que sea justo.
– O nosotros, o el caos…
Esta expresión debe entenderse como: “!Oh, nosotros!, ¡oh, el caos!”
A las expresiones floripondiosas de políticos de distinto cuño, hay que agregar que a una inmensa mayoría de periodistas jóvenes les encanta alambicar las cosas, o emborrachar la perdiz, para pasar por puristas de la lengua. Y así, cada cierto tiempo van poniendo algunas palabras de moda que la gallada empieza a repetir porque suponen “se trata de un lenguaje culto”. Por ejemplo, a comienzos de los 90 todo era “transversal”. A mediados de esa década todo era “emblemático” y más tarde los temas dejaron de ser importantes para pasar a ser “un tema no menor”. La gente empezó a morir de una larga y penosa enfermedad, porque decir cáncer parecía mal visto y peor escuchado.
Todo esto sin contar que todos los incendios son “voraces” y que cuando los delincuentes se disparan unos a otros se informa de monumental “balacera”, porque el simple baleo parece que quedó obsoleto.
Esta costumbre llegó al paroxismo cuando después de la primera vuelta presidencial el periodismo empezó a hablar de “balotaje”, y los más siúticos de “ballotage”, para expresar una cosa tan simple como la segunda vuelta.
Finalmente digamos que cuando la noticia proviene del Secretaría General de Gobierno, se suele decir:
– El gobierno investigará hasta las últimas consecuencias.
Claro, siempre que la última investigación, no tenga consecuencias para el gobierno.