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Fiscalía formaliza por homicidio simple a carabinero por muerte de malabarista en Panguipulli

Martes 9 de Febrero del 2021

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En calidad de autor de homicidio simple en grado de consumado fue formalizado por la Fiscalía el sargento segundo de Carabineros, responsable de la muerte del joven malabarista Francisco Martínez Romero (27) en los hechos ocurridos el viernes en la localidad de Panguipulli.

En la audiencia de formalización que se desarrolló en el Juzgado de Garantía de Panguipulli, el fiscal regional de Los Ríos, Juan Agustín Meléndez, hizo un relato de los hechos que ocasionaron la muerte del joven malabarista, y reveló que el sargento responsable percutó seis disparos

El sexto de ellos fue el letal -cuando la víctima ya estaba en el suelo- y fue calificado por el Ministerio Público como un “disparo innecesario (…) que excede la necesidad racional para repeler la agresión” del joven, que previamente se había abalanzado hacia los funcionarios con los machetes tras el control de identidad. Este disparo impactó en el corazón del joven artista callejero, añadió el prosecutor.

Asimismo, la Fiscalía reveló que el informe del Servicio Médico Legal (SML) acreditó que el cuerpo de la víctima tenía siete lesiones, cuatro de ellas con ingresos de disparos.

El fiscal detalló que en el caso se configura un homicidio simple en grado de ejecución de consumado y el efectivo está en calidad de autor, por lo que pidió como arresto domiciliario total para el sargento imputado por homicidio.

Por su parte, Rodrigo Román, abogado de la hermana de Francisco Martínez, refutó a la Fiscalía y señaló que “ésta es una ejecución extrajudicial (…) En ningún caso estamos en presencia de un homicidio simple”.

La audiencia de formalización se desarrolló ayer luego que el sábado, a petición del Ministerio Público, el Juzgado de Garantía de Panguipulli determinó ampliar en 48 horas la detención del funcionario, cuya identidad quedó resguardada por orden judicial. La formalización quedó fijada para este lunes al mediodía a la espera de los resultados de la autopsia y la PDI haya levantado la evidencia pertinente, pero partió con retraso por problemas de audio.

Ayer, además, se realizó en Santiago el funeral del joven malabarista, cuyo féretro salió desde su barrio de Bajos de Mena en Puente Alto hasta el cementerio Parque El Prado, acompañado de una caravana de familiares y amigos.

Los hechos

Durante la audiencia, la parte querellante leyó el testimonio de uno de los carabineros presentes en el procedimiento que habían arribado a la zona como parte del Plan Verano y que señaló que se encontraban realizando fiscalizaciones a mochileros y personas que se encontraban pidiendo dinero en el centro de Panguipulli, a raíz de reclamos por parte de turistas.

De acuerdo a Fiscalía, el control de identidad realizado por el carabinero a Francisco Martínez, ocurrió aproximadamente a las 15,30 horas. El control culminó “cuando el carabinero hace uso de su arma de servicio” con un disparo, que da en el piso.

Luego, el funcionario retrocedió unos 14 metros. En dicho lugar, encontrándose el imputado y la víctima con una distancia de 4,9 metros, el efectivo policial percutó el segundo y tercer disparo.

Después, Francisco salió de “atrás de una caja metálica” y se abalanzó contra el carabinero, con los machetes empuñados hacia adelante. Se trata de utensilios marca Truper de 50 cm, y que “presentan filo en la parte inferior de las hojas”, de acuerdo a la Fiscalía. Según los carabineros presentes les gritó “Pacos culiaos, te voy a matar”. En ese momento, el funcionario ejecutó los tres últimos disparos, en el lapso de tiempo de un segundo.

De acuerdo a lo señalado por el prosecutor, el primer disparo dio en la pierna de Martínez y el otro en la caja gris, donde el hombre se había puesto a cubierto. Los otros disparos le dieron en el muslo, abdomen y finalmente el sexto en el tórax región precordial.

Por el Instituto Nacional de Derechos Humanos, entidad que presentará querella por violencia innecesaria con resultado de muerte, la abogada Elisabeth Matthei detalló que los machetes estaban alterados para no ser cortantes y tenían sus puntas redondeadas. Es más, indicó que Martínez los tenía tomados desde la hoja y no la empuñadura, lo que comprueba que no eran un peligro.