Aviso a destiempo

Está claro que la pandemia modificó todas las planificaciones del último año, pero hay veces en que la demora suele ser un poco excesiva. Esta semana, desde el Hospital Clínico, una vecina recibió una llamada en la que le informaban que su madre tenía agendada una hora con el dermatólogo y querían confirmar su asistencia. La mujer, sin poder salir de su asombro, le comunicó que iba a ser imposible que asistiera, puesto que su madre lleva postrada casi tres años. Y claro, la hora quedó agendada, originalmente… en 2018! Como que ha pasado un poco de tiempo.