Reapertura de gimnasios

Muchos han sido los sectores que se han visto fuertemente impactados por la prolongada pandemia y que, por las medidas de restricción impuestas, no han podido retomar ni siquiera en forma parcial sus actividades.

Uno de éstos ha sido el rubro de los gimnasios, cuyo funcionamiento estaba prohibido, al menos, para las primeras fases del Plan Paso a Paso. De hecho, sólo se permitía un funcionamiento con una serie de limitaciones desde la Fase 4.

En la víspera, los propietarios de dichos recintos, además de los concesionarios de grandes cadenas, respiraron con cierto alivio ante el anuncio conjunto de los ministerios de Economía y de Deporte respecto de que los gimnasios podrán volver a funcionar desde Fase 2.

La noticia fue bien recibida por los operadores locales de estos establecimientos, los que ya comenzaron a prepararse para cumplir con los protocolos y las medidas sanitarias establecidos. Sin embargo, sus administradores y propietarios hicieron ver que el aforo permitido es muy bajo, lo que los obliga a reestructurar todo su plan normal de servicios.

Mientras estos recintos se adaptan a las exigencias y sopesan si les conviene comenzar a operar en estos momentos, desde el ámbito de la competencia deportiva se cuestionó que la referida medida sólo miró por el aspecto comercial y que no se ha velado, realmente, por el aspecto de preparación de los niños y jóvenes que practican diversas disciplinas.

Como en otros anuncios, pareciera que falta claridad, por ejemplo, para desentrañar si la reapertura también favorecerá a los gimnasios de asociaciones y clubes deportivos, tanto como los recintos fiscales y municipales, que, albergan, en definitiva a gran parte de quienes buscan practicar en forma competitiva una actividad y donde no necesariamente debe mediar un pago por esto.