Disminución de fuerza laboral e inactivos

Con el avance del proceso de vacunación, el gobierno ha optado por comenzar a flexibilizar algunas restricciones sanitarias con miras a acelerar la recuperación de la actividad económica, respondiendo a un sinnúmero de peticiones emanadas desde diversos sectores y rubros que, a casi un año del inicio de la pandemia en el país,  continúan ahogados como efecto del coronavirus.

El mercado laboral ha sido fuertemente afectado por el conjunto de medidas impuestas y ayer el Ine entregó su informe correspondiente al último trimestre móvil, que considera los meses de noviembre y diciembre de 2020 y enero de este año.

Las tasas grafican una leve mejoría respecto de varios meses del año pasado en que la desocupación creció en forma galopante. A nivel nacional, la tasa fue de 10,2% y, si bien implicó un ascenso de 2,8 puntos porcentuales en doce meses, fue inferior al 13,1% que se verificó en el trimestre mayo-julio de 2020.

A nivel regional, se observa una tendencia parecida, cifrándose la tasa de desocupación en 5,5% para el trimestre en comento, siendo ésta 1,9 puntos porcentuales mayor que la registrada hace un año.

Al igual que respecto de la tasa nacional, la regional parece mejorar, pero lo preocupante es que esto responde, más bien, a la disminución de la fuerza laboral (-10,3%) y de los ocupados (-12,1%).  Además, la población fuera de la fuerza de trabajo o inactiva creció un 25,4% y la tasa de ocupación informal se situó en 18,8%.

Estamos frente a un escenario marcado por la pandemia y, por lo tanto, aún incierto y queda también por ver cuántas empresas responderán con el despido de personal, una vez que aquellos subsidios y mecanismos establecidos, como la Ley Empleo Seguro, comiencen a ser retirados.