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Invernadero comunitario abre sus puertas para que los niños del sector puedan aprender los secretos del cultivo

Jueves 4 de Marzo del 2021

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En los tiempos actuales, una de las principales quejas de la gente mayor es que los niños y jóvenes pasan “pegados” a los celulares, tablets, consolas o computadoras; lo mismo se decía de quienes tienen más de treinta (viven pegados a la tele o en el Nintendo) y así hacia atrás. Todo tiempo pasado fue mejor, reza el tópico, aunque sí es cierto que hay conocimientos que ya no se entregan a los niños, como es el trabajo de la tierra. En décadas pasadas, era muy común que las abuelas tuvieran huertos en sus casas, donde los niños aprendían los secretos para un buen cultivo, lo cual se ha ido perdiendo.

Pero en la junta de vecinos Loteo del Mar, quisieron retomar esta costumbre tan arraigada en las familias, y con el apoyo de Fosis, instalaron, junto a la sede vecinal, un invernadero comunitario, con la idea que los vecinos, pero principalmente, los niños del sector, puedan acudir y aprender a trabajar la tierra. Por protocolos Covid, no pueden ir todos a la vez, por lo que se hará un calendario para que puedan asistir en grupos pequeños, de no más de tres chicos.

La presidenta de la junta vecinal, Claudia Cárdenas, explicó que “este fue un proyecto que nos ganamos por intermedio del Fosis, de autogestión, que se hizo en el contexto de salud mental de pandemia; cómo el hecho que los niños vengan a sembrar con dos monitoras del club de adulto mayor, uno de los beneficios es que disminuye la brecha transgeneracional, porque ya no se ve el huerto casero como antes y otra, por el tema de salud mental de los adultos mayores, que esto les va a servir para entretenerse”, fundamentó.

El proyecto tuvo una inversión de $2 millones y permitió la construcción del invernadero y la adquisición de insumos como semillas y herramientas como rastrillos, palas y gualatos. “El lanzamiento es el 11 de marzo y son 21 familias las que van a participar. Por el contexto de pandemia, van a ser grupos de a siete personas, donde se les va a entregar videos protocolares sobre las medidas de autocuidado, después se exhibirá un video de una nutricionista del hospital que hablará sobre la importancia de tener estos alimentos saludables y de tener una huerta propia y finalmente, material de apoyo que entregaremos con todo el proceso, desde que se trabaja la tierra hasta la cosecha”, detalló Claudia Cárdenas. La idea pretende obtener productos como cilantro, perejil, acelga, entre otros, a los que se agregarán plantas medicinales como ruda, menta, hierbabuena.

La iniciativa está abierta para niños de cualquier edad, incluso para quienes solamente quieren jugar con tierra y también los vecinos pueden asistir. Rosalía del Carmen Peñaloza Vásquez y Gladys Soto Méndez son unas de las monitoras. Esta última contó que “somos vecinas del grupo de la junta de vecinos y vamos a enseñar a los niños. Yo era de la Décima Región y veía a mis padres trabajar la tierra, y ahí ayudaba. Vamos a trabajar plantas medicinales, almácigos de cilantro, perejil, betarraga, muchas cosas que se pueden sembrar”.

Respecto de este proyecto, la jefa de programas de Fosis y directora subrogante, Carla Cifuentes Vladilo indicó que el programa corresponde a la Línea Acción “y que en particular, trabajamos con un componente autogestionado. La directiva participó de un fondo concursable, postulando a este proyecto, para trabajarlo de manera comunitaria. La idea es generar talleres con los vecinos para que aprendan a cultivar la tierra y que, ojalá, se pueda generar un espacio de cultivo para todos los vecinos del sector. La presidenta de la junta de vecinos apuesta a que los niños puedan aprender y el traspaso de la cultura ancestral de los adultos mayores, pero en realidad, cualquier vecino que quiera, puede sumarse”.

Primeros agricultores

Maximiliano Barría y Kiara Vásquez fueron los primeros niños en conocer este invernadero. Tímidos, estuvieron más concentrados en sacar maleza y revolver la tierra, pero su entusiasmo era notorio. “Me gusta el jardín y las plantas, también sembrar con mi nana. Yo voy en quinto básico en la Escuela Hernando de Magallanes y echaba de menos salir”, comentó Kiara, mientras que Maximiliano, estudiante de segundo básico de la Escuela Argentina, añadió que “mi mamá me contó y me ha gustado, jugar con la tierra y moverla. Me pasaron este rastrillo. Siempre me ha gustado plantar”.

La mamá de Maximiliano, Karina Faúndez, agradeció la oportunidad de que sus niños puedan estar aprendiendo al aire libre. “nosotros, junto con la presidenta, como estamos conectados vía Whatsapp, nos informó a nosotros para que los niños, que son del comedor comunitario, puedan venir a aprender esta unidad. Nosotros venimos de los departamentos de San Ignacio 3, entonces el poco espacio que ellos tienen, no les permite tener un huerto, entonces esta oportunidad que nos da Loteo del Mar es genial, aparte que a él le gusta la tierra. El año pasado estuvieron muy encerrados, entonces que ellos puedan venir a participar y es una emoción para ellos. Cuando les dije, estaban felices, y que ellos mismos puedan sembrar sus propias semillas”.