Las batallas que quedan a un año del inicio de la pandemia del coronavirus en Chile

La vacunación de más de 141.000 personas y la recuperación de miles de atenciones pendientes son parte de los desafíos que aún se deben enfrentar.

Nadie ha salido indemne de la pandemia. Todos fueron afectados por un nuevo virus que nos llevó a estar encerrados en nuestras casas, perder el empleo, a depender de la ayuda social y, en el peor de los casos, a enfrentar la pérdida de seres queridos, un duelo restringido y marcado por el distanciamiento social.

Así las vacunas han entregado una luz de esperanza para regresar a la normalidad. Pero, los expertos advierten de profundas repercusiones políticas, económicas y sociales. La pandemia dejará un legado en la forma en que trabajamos, compramos y nos relacionamos con otros.

Ayer, 3 de marzo, se cumplió un año del primer caso de coronavirus registrado en Chile. Sólo días después, el 17 de dicho mes, se detectó la presencia de la enfermedad en suelo magallánico.

El seremi (s) de Salud, Eduardo Castillo Vera, reconoció que fue un desafío que implicó un aprendizaje completo, porque la última gran pandemia que se vivió fue la llamada “gripe española”, cien años antes.

“Ha sido un trabajo constante, permanente y agotador en algunos momentos, que ha requerido el esfuerzo de todas las personas en un trabajo coordinado con distintas áreas con las que habitualmente no había una labor tan cercana. Se han involucrado todas las instituciones, toda la academia y toda la ciencia”, apuntó.

A su juicio, tal vez uno de los desafíos más grandes que se debieron enfrentar fue cambiar la mentalidad de las personas, medidas que pueden ser muy simples, pero que fue muy difícil de llevar a la práctica, como era el uso de mascarilla y el lavado frecuente de manos, evitar el contacto en una ciudad en que está muy presente el reunirse en las casas e, incluso, la forma de comprar.

Para el seremi, dos grandes batallas que aún quedan son la vacunación y recuperar la normalidad en las atenciones médicas.

Respecto de la vacunación, reconoció que se está avanzando y que ahora están empeñados en aplicar la segunda dosis para los ya inoculados. En total, son 141 mil las personas que deben recibir ambas inyecciones. Todo esto siempre buscando que, en junio, se haya alcanzado al 80% de la población.

En forma simultánea, se tiene que encarar la campaña contra la influenza, que significa llegar a 80 mil personas.

El seremi de Salud recordó que, por precaución, deben dejarse pasar quince días entre que una persona es vacunada contra el coronavirus antes de que sea inyectada contra la influenza.

El ejemplo de los
equipos de Salud

A un año del inicio de la pandemia, el director del Servicio de Salud Magallanes, Nelson Reyes Silva, en su calidad de Gestor de la Red Asistencial destacó el trabajo de los funcionarios de salud.

“Sinceramente no estábamos preparados para la pandemia, pero, con compromiso y trabajo constante, se ha avanzado en cada uno de los desafíos que este último año nos ha traído. Reconocer y agradecer a cada uno de los funcionarios de la Red Asistencial, de la Atención Primaria de Salud, de Clínica RedSalud Magallanes y Hospital de las Fuerzas Armadas por su invaluable aporte”, remarcó.

No fue fácil, por ejemplo, la entrega de resultados de análisis por Sars-CoV-2, considerando que no había laboratorios de biología molecular en la región. Las camas críticas, la capacidad ventilatoria y el recurso humano especializado en el Hospital Clínico Magallanes también presionaron al sistema.

“Estos meses han sido duros para nuestra región, porque la pandemia no es algo que afecte sólo a nuestro sector, sino que afecta transversalmente a toda nuestra comunidad, pero desde nuestra mirada podemos destacar la resiliencia y el trabajo de nuestra Red Asistencial y de todos nuestros funcionarios/as, quienes han tenido un compromiso a toda prueba”, dijo.

La demanda
por ayuda social

Con la pandemia se pasó de entregar 300 canastas familiares más de 30 mil, con días en que las 300 canastas se solicitaron en un solo día. Este es tal vez uno de los indicadores que más da cuenta del impacto social y económico que tuvo.

El alcalde de Punta Arenas, Claudio Radonich, comentó a fines de marzo la agenda social ya estaba constituida en Punta Arenas, adelantándose así dos meses a las ayudas gubernamentales más grandes. “En marzo ya teníamos todas las actividades de invierno y las vinculadas a la celebración de los 500 años suspendidas, para tener un plan de 650 millones de pesos para las ayudas sociales. Ayudas que se entregaron en canastas, en arriendos, en medicamentos, pañales y pagos de consumos básicos. Distribuir la ciudad en distritos fue fundamental en la cuarentena para llegar con ayuda cumpliendo con las normas de la Contraloría General de la República porque son fondos públicos que tienen que estar fundamentados”.

Destacó que el informe de la Contraloría sobre estos gastos, pues se llegó casi al 40%  de los hogares de Punta Arenas, gracias, además, a los fondos del gobierno regional.  “Pudimos generar las condiciones para que la municipalidad no tuviera ningún servicio interrumpido y se resguardara a los trabajadores, embarazadas, enfermos crónicos y mayores de 65 años. La ciudad no tiene  ningún servicio interrumpido, pero ello significó un costo importante en dotar de tecnología y conocimientos de manera que los funcionarios se vieran lo menos afectados”, comentó.