Pandemia de vuelta a niveles de junio de 2020
Los casos de Covid-19 siguen al alza y así lo ratificaron los números del informe de ayer del Minsal que reportó 5.325 casos nuevos, la mayor cifra desde el 21 de junio, cuando se vivían las semanas más duras de la pandemia. Para el Minsal y los expertos, el actual panorama es complejo.
El propio ministro Enrique Paris dijo que las cifras son “preocupantes” y advirtió con eventuales retrocesos. “Si en Santiago las cifras siguen aumentando, vamos a tener que tomar medidas más drásticas, estamos viendo el efecto de las vacaciones”, indicó.
“Es una situación que nos hace ponernos sobrios respecto a que la vacuna no es la solución mágica y que la epidemia no está ni cerca de terminar”, comentó por su parte la ex subsecretaria de Salud y asesora de la OMS para vacunas Jeanette Vega, en Radio Cooperativa.
Las últimas cifras son para preocuparse. Los casos activos totales ya llegan a 27.317, la positividad subió a 8,6%. Esto se suma a un nivel crítico en el uso de camas Uci, como reveló el informe covid del jueves. La escalada ha obligado al Ministerio de Salud a forzar una serie de restricciones al plan Paso a Paso y desde este sábado 32 municipios de la región estarán en la Fase 2 y tendrán cuarentenas los fines de semana, agrupando a casi 6 millones de personas, el 71,57% de la población de la capital.
Pero no solo la RM presenta síntomas inquietantes, porque en regiones también hay números que levantan una alerta y de ahí la decisión de restablecer la cuarentena en zonas como el Gran Concepción y Temuco, por ejemplo.
El problema del permiso de vacaciones
Antes de conocerse las cifras del viernes, Jeanette Vega asumía en Radio Universo que “estamos en una situación muy compleja en este momento”.
Más allá de la escalada actual de casos, el secretario nacional del Colegio Médico, José Miguel Bernucci advierte que “como país nuestro enfrentamiento ha sido débil y nunca logramos suprimir la circulación viral, nunca bajamos de los 1.500 casos”.
Entre las causas, los especialistas apuntan al permiso de vacaciones. “Dijimos que las vacaciones tendrían un costo alto y es lo que estamos viendo ahora”, señala Vega, un punto que es compartido por Bernucci.
“Era bastante esperable, después de lo acontecido durante el verano con este famoso permiso de vacaciones. Nosotros no hemos hecho nada distinto de lo que pasó en Europa. En España, Francia, tuvieron un verano muy relajado y al terminar tuvieron un alza de casos”, reflexiona Bernucci.
Entre las medidas que deben ser adoptadas para restringir la circulación, Vega sostiene que “para cuidar a los adultos se requiere un buen sistema de trazabilidad y evitar que las personas se movilicen y aumente el contacto entre las personas… si uno quiere proteger la actividad de trabajo y de estudio, uno debe restringir otras actividades como los malls, los casinos, la ida a restaurantes y lugares públicos”.
Para Darwin Acuña, presidente de Sochimi (Sociedad Chilena de Medicina Intensiva), “las medidas por reactivar la vida me parecen positivas, el problema es que si no se acompaña de conciencia de la enfermedad, los casos aumentan. Esta enfermedad sigue siendo grave y la gente sigue muriendo”.
En cuanto al toque de queda, que es materia de debate en estos días, Bernucci sostiene que “el estado de excepción constitucional se debe mantener; otra cosa es el toque de queda, que debería responder a una lógica sanitaria”.
Capacidad hospitalaria al límite
El otro foco de preocupación es el de la capacidad hospitalaria. “Las unidades de pacientes críticos están repletas”, advierte el dirigente del Colmed, una inquietud que es compartida por el presidente de la Sochimi.
“Ahora hay mucho menos personal que antes, hay muchas licencias por motivos psicológicos asociados al cansancio por la pandemia y conseguir personal para las camas críticas no ha sido fácil”, dijo Acuña en Radio Duna.
Para el urgenciólogo Leonardo Ristori, “si se dispara la situación vamos a tener que volver a una cuarentena, que es muy lamentable, pero que es necesaria porque si no, el sistema hospitalario puede llegar al colapso”.
“Las camas, como mobiliario lo tenemos, pero el personal, en cambio, que estaba mucho más dispuesto y descansado, hoy lo tenemos cansado, desmotivado y con desaliento por ver cómo esto se mantiene (…) Vamos a tener que nuevamente a reconvertir camas y llegar a los números de junio o julio del año pasado”, dijo en declaraciones a 24Horas.
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