Nuevas medidas restrictivas y centralismo
Ayer, el ministerio de Salud informó que se detectaron en las últimas horas 8.112 nuevos infectados de coronavirus en el país, siendo la primera vez que la cifra de contagiados se empina por sobre los 8 mil casos diarios.
A la vez, este número se constituyó en una cifra récord por segunda jornada consecutiva desde que se inició la pandemia en el país, el 3 de marzo del año pasado.
La tendencia al alza del contagio no se ha detenido en el país y esto llevó a que el Minsal endureciera las medidas preventivas, cerrando las fronteras, decretando que un número importante de comunas volviera a cuarentena total, estableciendo nuevas restricciones respecto del funcionamiento del comercio y otras actividades, así como introduciendo cambios para limitar la emisión de permisos individuales y colectivos para realizar trámites y trabajos.
Igualmente, se adelantó el toque de queda, el cual se iniciará en todo el país a las 21 horas a partir de este lunes 5 de abril.
Fue precisamente esta última medida la que ha sido cuestionada mayoritariamente en la zona porque también se aplicará en regiones como Magallanes, cuya capital regional y la de Ultima Esperanza hace poco tiempo recién habían logrado avanzar a Fase 3 del Plan Paso a Paso, permitiendo esto último que muchas actividades productivas y de servicios pudieran ser retomadas con un poco más de normalidad. Lo decretado por el Minsal volverá a afectar al gremio gastronómico que ha sido uno de los más azotados por la pandemia.
El conjunto de medidas también perjudicará al Turismo, en general, y a sectores como el de transportes y el comercio.
Aunque la intendenta Jennifer Rojas defendió la validez del nuevo horario para el toque de queda -argumentando que el número de contagiados en Magallanes ha aumentado en un 27% desde que Punta Arenas y Puerto Natales avanzaron a Fase 3-, gastronómicos, camioneros y alcaldes han consensuado la opinión de que los anuncios ministeriales pecan nuevamente de centralismo.
Una vez más, no se tuvo en cuenta la realidad regional ni el impacto que lo resuelto tendrá para un vasto número de pequeñas y medianas empresas magallánicas, así como en el abastecimiento y precios de la mayoría de los bienes que llegan desde otras zonas.
