Extranjeros acudieron en gran cantidad para renovar sus visas en la gobernación

La nueva Ley de Inmigración contempla la regularización de visas, enfocados en aquellos migrantes que ingresaron antes de la pandemia y aquellos que entraron por pasos no habilitados. Por ello, en las oficinas de la gobernación provincial, desde el lunes, se pudo apreciar a un considerable número de ciudadanos de otros países, a la espera de ser atendidos.

“Tengo cita, pero demoró un mes para que me la dieran y ahorita estoy esperando que me puedan atender. Tenía hora a las 12 y seguimos esperando. Vine porque tengo visa de turismo, pero quiero sacar profesional, aunque como tengo problema todavía por el consulado, por mi pasaporte, voy a ver qué me pueden solucionar. Yo vengo a trabajar, me casé aquí y me falta solamente el carné chileno. Ya tengo dos años aquí y me gusta, es súper tranquilo y no me puedo quejar”, opinó la venezolana Eva Zambrano, oriunda de Caracas.

También en la fila se encontraba el venezolano Emanuel Vera, que lleva tres años en la región. “Han cambiado las exigencias, el problema ahora es con las citas, si no te citan, no te atienden. Llevo esperando hace dos meses y tengo la cédula vencida hace dos años. Estoy trabajando, pero he tenido problemas al entrar a la empresa por el carné vencido, no he podido hacer nada, por la pandemia. Tenía cita a las 10, pero me pidieron unos papeles y pregunté si tenía que volver, pero por suerte solamente podía pasar y ahora estoy esperando. Antes uno llegaba, hacía la fila y pasaba”.

Finalmente, por vencimiento de su visa, también estaba esperando su turno Juan Díaz. “Llevo dos años y cinco meses, vengo para renovar mi visa. La primera fue por contrato y duró dos años, esta es la segunda, para después ingresar a la nueva que es la definitiva. La pandemia ha sido bastante dura, porque ingresé con trabajo a una empresa y duré un año seis meses, pero producto de la pandemia, cerró. Fue duro adaptarme a otro trabajo. Yo me desempeño en la construcción, y en Venezuela trabajaba en la Universidad de Zulia, entregando materiales”, resumió. Confiesa sentirse agradecido de Chile, donde asegura haber sido muy bien acogido, “este país recibe con las manos abiertas al venezolano que viene a trabajar. Estuve en Perú nueve meses y no se lo recomiendo a nadie como migrante que soy, aquí me ha ido bien, me traje a mi familia. No creo ya que regrese a mi país, menos como está la situación”.