Escuela Argentina despidió con cueca y mariachi a asistente de la educación acogida a jubilación

Las mascarillas impiden notar las emociones y la distancia física que se impone en las relaciones sociales inhibe las muestras de cariño. Pero pese a todas estas dificultades, la Escuela Argentina brindó una calurosa despedida a Marcia Rute Santana, asistente de la educación que se acogió a jubilación, después de haber servido durante 17 años al establecimiento.

Los funcionarios del colegio llegaron de sorpresa a la casa de Marcia Rute, en calle Manuel Aguilar a unas pocas cuadras del plantel educacional. Hubo dos pies de cueca para la festejada que agradeció al borde de las lágrimas. La directora de la Escuela Argentina, Marianela Valderrama le entregó un galvano y el cierre del homenaje fue la presencia de un mariachi que dio un festivo cierre a la actividad.

“No esperaba esta sorpresa. Me emociona mucho ver a esta gente con la que trabajé años. Estuve 17 en la escuela y 20 en la Corporación Municipal. Muy emocionante trabajar con niños, había mucha apoderada que me estimaba como yo a ellos, porque cuando iban a dejarlos al colegio, algunos lloraban y de alguna manera había que entretenerlos para que se quedaran. Era mi pasión trabajar con los niños”, expresó Rute, que antes de entrar a la educación, se había desempeñado por 15 años en una farmacia. Ingresó en el año 2000 a la Corporación y en 2004 a la Escuela Argentina.

Originaria de Puerto Montt, tras cuarenta años en Punta Arenas regresará a su ciudad natal, donde vive parte de su familia más cercana. “Trabajé con muchas personas lindas y gente bonita, apoderados, los niños, los adoro, se merecen mucho cariño y respeto”, finalizó.