“La oración es el apoyo más fuerte que pueden tener”, dijo sacerdote en funeral de conductor

Un emotivo adiós recibió ayer en la tarde el jefe de familia, Marco Antonio Oyarzo Andrade, de 42 años, fallecido trágicamente el viernes en un accidente carretero.

Pese a estar Punta Arenas en cuarentena de fin de semana, un centenar de personas se agolpó en las puertas del Cementerio Municipal de Avenida Bulnes. Amigos, familiares y compañeros de trabajo no quisieron estar ausentes del último adiós.

Poco antes de las 16 horas llegó el vehículo funerario. Y previo al ingreso del féretro al camposanto, el sacerdote Juan Carlos Favaretto dirigió un responso y entregó palabras de aliento a la familia.

Uno de los hijos del malogrado trabajador, de 12 años de edad, es estudiante del Instituto Don Bosco, razón por la cual durante el funeral se hicieron presentes los abanderados del establecimiento.

“Estamos dolidos como comunidad salesiana, no solamente porque era un apoderado muy joven, con una muy linda familia, sino porque además siempre impactan las circunstancias de una muerte así. Cuando todo es tan repentino genera un dolor muy fuerte”, dijo el director de los colegios salesianos en Punta Arenas.

“Estamos todos acompañando a la familia en este momento de dolor, orando y rezando, porque en este momento la oración es el apoyo más fuerte que ellos pueden tener”.

El mensaje que entregó es siempre de fe, paz y serenidad. “Porque la vida siempre nos presenta momentos con problemas pero el final siempre todo será positivo y bueno”, remarcó el religioso.

Marco Oyarzo conducía el vehículo donde iba su esposa, Carolina Mansilla, pero a la altura del kilómetro 95 de la Ruta 9 Norte, cerca de Villa Tehuelches, volcó debido a que intentó esquivar un conejo que se cruzó en su camino.

Ella logró salir pero él quedó atrapado en la cabina del vehículo deportivo. Desafortunadamente, las lesiones que recibió fueron de tal gravedad que le costaron la vida.