Mujeres dueñas de casa cuentan los días para no seguir pagando arriendo

Proyecto habitacional experimenta un avance de 78 por ciento.

Para nadie es fácil desembolsar dinero para pagar el arriendo de una casa. Menos en estos tiempos de pandemia. El sueño de la casa propia hoy cobra más fuerza que nunca.

Por eso ayer las futuras propietarias del Loteo Hornillas se mostraron muy conformes con la invitación que les hiciera el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, para ir a conocer sus hogares que podrían recibir dentro de los próximos cuatro meses.

El titular de la cartera, José Miguel Horcos, les dio la bienvenida a los beneficiarios, que asistieron por grupo para evitar encuentros masivos.

La ficha técnica describe que este nuevo loteo, ubicado al final de calle Hornillas, lo conforman 84 viviendas de dos pisos, cada una con un costo aproximado de 64 millones de pesos.

La construcción de las casas registran un 78 por ciento de avance. Y tienen ventanas termopanel, calefacción central, baño terminado, piso flotante en dormitorios y sala de estar comedor.

Este proyecto corresponde a la Agrupación Quiero mi Techo, cuya demanda fue organizada por la Entidad Patrocinante Municipalidad de Punta Arenas y luego traspasada a igual entidad, pero de Salfa.

El financiamiento es vía Fondo Solidario de Elección de Vivienda, más ahorro de las familias y el aporte adicional del gobierno regional.

Mujeres felices

Marisol Díaz Oyarzún, nacida y criada en Punta Arenas es una de las futuras propietarias de este loteo. “He arrendado toda mi vida así que estoy muy contenta de saber que pronto tendré mi casa”.

Por ahora solo espera que pasen rápido los meses y mencionó que la casa la ocupará con sus hijos, de 9 y 15 años de edad. “Es una construcción hermosa”, dijo en medio del recorrido.

Otra de las futuras beneficiarias, María Inés Cárdenas Alvarez, cuenta los días que faltan para tomar posición de su vivienda. “Vivo de allegada en la casa de mi madre, hace más de 20 años. Así que anhelo que me entreguen pronto la casa. El barrio es muy bonito. Al principio, cuando dijeron Hornillas, lo imaginé algo muy lejos, pero estar acá es otra cosa. Entregan todo urbanizado y se ve todo hermoso”. Tiene una hija de 23 años, “con quien nos vendremos a vivir acá.