Gabriela Teresa Casanueva: una candidata a constituyente que dará pelea por la inclusión
– “Más derechos es algo primordial, porque se habla mucho de la inclusión y en la práctica eso no se ve mucho”, asegura.
“Y como un libro, el corazón nos enseña que hay temor, que hay fracasos y maldad, que hay batallas que ganar “, cantaba hace algunos años Gabriela Teresa Casanueva Méndez, magallánica que hoy es candidata a constituyente.
La letra de la canción “Héroes”, de Mariah Carey, se convertiría en su propia historia, luego que una enfermedad le llevara a perder gran parte de su audición y a dejarla -como reconoce- como una persona discapacitada.
Fue eso mismo lo que hizo que esta prevencionista de riesgo, independiente en materia política, aceptara el cupo de discapacidad que le ofreció RN para ser su candidata a la Convención Constituyente, “pensando en todos los cambios que son necesarios de hacer, en los problemas de Magallanes, pero principalmente en el tema de la discapacidad”.
Justamente, es en esto último donde centra su propuesta. “Ser discapacitado no debe ser obstáculo para que se pueda tener éxito en la vida, para que se pueda surgir, desarrollar, tener opinión en todo ámbito, como en políticas públicas o términos políticos. Más derechos es algo primordial, porque se habla mucho de la inclusión y en la práctica eso no se ve mucho”, expone.
Ejemplos, agrega, se ven a diario, “en las empresas que por ley de inclusión deberían destinar el 1% a personas con discapacidad y que no lo cumplen porque creen que ellos no tienen las competencias y que no pueden cumplir bien con su trabajo. En los restoranes, una persona ciega no puede leer una carta porque no hay braille, o los mismos sordos, y eso pasa porque no hay conciencia, tampoco socialización y menos capacitación en lenguaje de señas. Pero, lo que es más grave aún, tampoco hay empatía”.
Su propia experiencia
Centrada en su experiencia personal, dice que esa carencia de empatía es consecuencia de la falta de conocimiento. “En mi caso muchos me dicen: ‘Pero, ¿por qué no usas audífono?’, sin saber que me resulta imposible porque son como grillos los que siento y con un audífono se me acoplarían todos los ruidos”, señala.
Luego recuerda cómo comenzó su enfermedad auditiva. “Fue de pronto, gatillada aparentemente por un fuerte estrés, aunque tengo familiares con sordera. Hoy esto es una enfermedad crónica llamada Meniere que no tiene cura, sólo tratamiento. Al principio fue duro, me llevó a una depresión, porque cantaba y ya no podía escuchar, porque tampoco podía sociabilizar y porque hay personas poco empáticas que no entendían que debían hablarme fuerte. Tuve que aprender a leer los labios, cosa que ahora se complica con el tema de la mascarilla”.
Aún así, reconoce que debió salir adelante, impulsada por el amor hacia su hija y a su desarrollo profesional. Admite que las cosas se han ido dando, que hoy la oportunidad de ser parte de un proceso constitucional “le quita el sueño” positivamente, porque además le ha permitido conocer personas, observar realidades y tener la convicción de que puede trabajar para ser un aporte para Magallanes.
“Antes del aplazamiento de las elecciones y la suspensión de la campaña venía haciendo mucho puerta a puerta tanto aquí en Punta Arenas como en Puerto Natales, conociendo realidades y viendo cómo esta pandemia ha golpeado a cientos de familias. También observando cómo muchos emprendedores han vivido la angustia de tener que cerrar sus negocios por los problemas económicos. El tema es complejo e instala un desafío grande, que todos en algún momento deberemos asumir con decisiones y mucho trabajo”, enfatizó.