Agencias de turismo calculan que pérdidas por la pandemia llegan al 70%
Una temporada inusual vivió el sector turístico, con apenas un par de meses de funcionamiento muy a medias, totalmente diferente a la de otros años. Ya en el periodo 2019-2020 se notaron los efectos posteriores al “estallido social”, en la que los visitantes disminuyeron ante el clima de incertidumbre que se vivía en el país. Pero esas cifras negativas no fueron nada en comparación a la actualidad, desde que en marzo de 2020 se instaló la pandemia del Covid-19, con especiales repercusiones en Magallanes, que vive su tercera cuarentena total, siendo la más extensa, de agosto a diciembre.
En la agencia de turismo Runner y Lago Grey, las oficinas permanecen obviamente cerradas, mientras hacen los balances de una temporada negra.
El jefe del Area de Turismo Receptivo de Lago Grey, Maximiliano Ríos, detalló que “el hotel se cerró en marzo de 2020, un mes bueno en cuanto a movimiento de gente que aloja y pasantes, entonces se perdió desde ahí hasta que se abrió, el 30 de diciembre. Estábamos bien optimistas, porque las cifras de turismo invierno, cada año iban mejorando, venían más turistas nacionales y eso contribuía”.
Con esos antecedentes, la llamada temporada alta, de octubre a abril, “perdimos todo octubre, noviembre, diciembre y en enero nos estuvimos reactivando así que tampoco hubo cifras muy altas. En febrero y marzo, gracias al apoyo de los turistas nacionales y sobre todo de la gente de Magallanes, tuvimos mayor movimiento. Y cuando nos estábamos ilusionando y pensando cómo podíamos hacer la temporada invernal, a mediados de abril, las principales ciudades se fueron a Fase 1, Fase 2, que sin el permiso de vacaciones se podía hacer mucho desplazamiento entre región, y el golpe de gracia fue la Fase 1 en Punta Arenas y Natales”, reveló Ríos.
Respecto de la temporada invernal, entre mayo y agosto, si bien no tiene los movimientos de septiembre en adelante, “iba subiendo año a año, había varios sectores que estuvieron trabajando para fortalecer la temporada de invierno, entonces este año estábamos ilusionados con el mercado local”, añadió el representante de Lago Grey.
Hubo una esperanza, ya que “en febrero y marzo hubo mejor movimiento, pero nada comparado a una temporada normal”, añade Maximiliano Ríos. Tan así que calcula que las pérdidas son del orden del 70%. “Por lo menos, porque tres meses con cero movimiento. Ahora estamos esperando que la situación mejore, que continúe la vacunación”, finalizó el jefe del Area de Turismo Receptivo de Lago Grey, que trabaja con el hotel, más un barco que hacía navegación a las Pingüineras.
También han sufrido los efectos en la casa de cambios y agencia de viajes Scott, donde igualmente las cuentas son con cifras en rojo. En todo caso, ello es atribuible a este escenario actual, ya que en la empresa no creen que los hechos de octubre de 2019 hayan incidido mayormente en el sector. “El estallido social había repercutido en que los turistas tuvieran un poco de miedo y ajenos a lo que estaba pasando, igual incidió en la baja de venta de tour, pasajes de bus, tanto interurbano e internacional (Río Grande, Ushuaia, Río Gallegos, e incluso Osorno, Puerto Montt y Castro), que en este momento está todo parado porque las fronteras están cerradas, producto de la pandemia. La baja fue evidente como en todos los rubros y, lamentablemente, se está subsistiendo con el poco y nada movimiento que hay, pero la baja mayor es justamente por la pandemia, donde no llegó gente ni de cruceros ni particulares que se trasladan, ya que Punta Arenas es un puente, en que el turista duerme un par de noches y después se traslada a Natales y prácticamente, directo al parque Torres del Paine”, describió el representante de la agencia y casa de cambios, Nelson Scott.
Aunque no cuentan con un catastro detallado de cuánto fue la disminución de turistas, sí tienen un cálculo económico de la incidencia de este ítem, “que bajó prácticamente un 70% en promedio, del movimiento de gente. Hubo una pequeña ventanita que se abrió en febrero y ahí llegó un poco de turista, nacionales y extranjero, pero fue un mínimo y de ahí volvimos a la baja, que ya venía de hace tiempo atrás”, reconoció.
Por la situación actual, es difícil hacer proyecciones. ˝Teníamos una base de que no iba a ser como otros años, pero nunca pensamos que tanto. No teníamos los antecedentes de que la pandemia iba a empeorar, y justo en temporada estival, alta”. Es por eso que todas las restricciones, tanto en aeropuertos y puertos, se fueron sumando factores “que llevaron a sacar la conclusión de que prácticamente no hubo temporada y con pérdida de hasta un 70%”, recalcó Scott.
El escenario es tan pesimista que, si bien el fuerte de la temporada es desde septiembre hasta la primera quincena de abril, “ahora no tenemos proyecciones. Si hay bajas de contagios como está pasando en Europa en estos momentos y se están abriendo museos y parques, esperemos que esta temporada que viene 2021-2022 podamos irnos recuperando, aunque no lleguemos al 100% al menos que se vaya notando en alzas, movimiento de gente a diversas ciudades”.
La reconversión de Go Patagonia
Llevan cinco años operando, y a pesar de las negras cifras que causó la pandemia, en la agencia Go Patagonia SPA buscaron alternativas para paliar la crisis, como prestar servicios de transporte a empresas. Y aunque saben que es muy difícil hacer proyecciones, son tajantes al decir que el sector turístico no resiste otra temporada sin actividad.
Es lo que opina el dueño de Go Patagonia, Francisco Sánchez Aguilar, que como todos, tuvo cifras en cero entre marzo y diciembre del año pasado. “Habíamos venido trabajando una temporada bastante buena hasta el 15 de marzo de 2020. Llegó marzo, cerramos la oficina y por eso, la demanda cae a cero hasta diciembre, abrimos a fines de ese mes con la idea de reactivar el turismo nacional, por el permiso de vacaciones y apertura en el norte del país, lo que ayudó a incrementar, por lo que hubo un pequeño repunte entre enero y el 15 de marzo, que de todas maneras es bajísimo considerando un año normal, y solamente con mercado nacional. En proporción a un periodo normal, sería un 40%. En temporada alta movíamos al día 100 personas y en este periodo, 30-40 personas”.
La crisis social de fines de 2019 no tuvo mayor influencia, porque según Sánchez, “como tenemos compartido un 50% de mercado nacional y otro 50% internacional, las informaciones negativas que circularon demoraron en llegar y siempre se mantuvo una idea general de que en la región se vivía una situación relativamente normal. Hubo muchas consultas y de hecho, no tuvimos cancelación en las reservas en esa época”.
Para paliar la crisis buscaron la alternativa de utilizar sus vehículos y ofrecer el servicio de transporte para empresas, lo que les permitió seguir funcionando. “El 40-50% de las empresas tomó la decisión de cerrar sus puertas, despidió gente, como sucedió en Turismo Comapa. Sin embargo, empresas más chicas como nosotros ya veníamos trabajando con algunos convenios a empresas, y decidimos utilizar los conductores y vehículos y traspasarlo al traslado de personal. Ello nos permitió mantener en cierta medida, los ingresos, para cubrir al menos, los gastos operativos de la empresa”, expuso Sánchez. La empresa cuenta con cinco choferes y trabaja con igual número de empresas, de minería y transporte marítimo.
En Go Patagonia ya planifican la temporada siguiente para septiembre, ya que cuentan con mayores variables para ello. Y una de las principales, de acuerdo a lo que han visto en Europa, es la campaña de vacunación, que permitirá mayores facilidades para viajar. “En julio comenzaremos a promocionar fuerte para tener un retorno de clientes de septiembre en adelante”, estima, porque “la Unión Europea ya lo aceptó y puede haber circulación. Lo más probable es que esto sea inevitable que llegue a Chile, una para incentivar la vacunación y otra para reactivar la actividad productiva, porque otro año así, a como estamos ahora, todas las empresas quebrarían”.