Los controles

Desde que Punta Arenas, Natales y Porvenir retrocedieron nuevamente a Fase 1, las autoridades recalcaron que esta nueva cuarentena iba a contar con controles más rigurosos y que los permisos para desplazamiento serían mucho más acotados. El objetivo primordial era disminuir considerablemente la movilidad de las personas y bajar así, la cantidad de contagios.

Los controles de militares y carabineros fueron intensos en los primeros días, pero ya de antes de las elecciones era notoria la disminución de su presencia en distintos sectores. De hecho, el comentario habitual en estos últimos días es que no pareciera que Punta Arenas, por ejemplo, está en cuarentena, dada la gran cantidad de personas y, sobre todo, autos, que circulan. Para qué decir en la noche, en que el toque de queda ya prácticamente no existe (basta asomarse cinco minutos a una ventana y escuchar cómo el ruido de vehículos a gran velocidad es permanente).

Así las cosas, las únicas que están cumpliendo a rajatabla con su rol fiscalizador son las inspectoras de la empresa Ascendal, que incluso los domingos y festivos, abordan las micros para pedir a los pasajeros sus respectivos boletos. Aunque esté lloviendo y haya viento, ahí están estoicas llevando a cabo su labor.