Como “motoneta”
Bianchi, Bianchi y Daza. La trilogía en el Senado, Cámara de Diputados y ahora en la Convención Constituyente parece estar en todas partes. Acaparan las cámaras y los micrófonos, recibiendo aplausos, críticas pero casi nunca indiferencia. Sin embargo, hay un cuarto hombre que pocas veces es destacado, más allá de lo acelerada de su labor y que lo llevó a ganarse su apodo. Claudio Barrientos, el hombre de las comunicaciones, reconoce que sin querer se metió en el ruedo político y que al menos en cuanto a resultados cree estarlo haciendo bien. Triunfos en 2005, 2008, 2009, 2013, 2017 (dos) y 2021. Sin embargo, reconoce que por su ir y venir, su entrar y salir, su caminar y correr constantes, no ha tenido nunca tiempo para celebrar, poco para descansar y menos para darse cuenta de cómo han pasado todos estos años.