Oratorio Jacinto Bocco realiza talleres virtuales de manualidades y cocina

En el marco del trabajo preventivo que desarrolla el Oratorio Jacinto Bocco, se están desarrollando talleres virtuales de manualidades y de cocina, que se han sumado a la entrega de almuerzos. Esta es parte de las diversas actividades que desarrolla la agrupación para ofrecer a niños y niñas alternativas del uso del tiempo libre para potenciar sus habilidades, además de prestar asistencia social a las familias estableciendo vínculos con la red comunitaria.

A sus 12 años, Sebastián Donaire Aguila es uno de los jóvenes que participa de los talleres. Para él, han sido muy importantes en medio de las cuarentenas y las restricciones sanitarias. “Me parecen muy bien los talleres, no sólo ayudan, sino que además nos entretienen porque con la pandemia y las medidas sanitarias igual estamos aburridos. Antes íbamos al oratorio, éramos muchos chicos que participaban, ahora solo van las tías, pero hacemos reuniones virtuales y manualidades, como se viene el Día del Padre hicimos tarjetas”, comentó.

Alexis Barría Villegas (7 años) y su hermana Josefina (3) han estado vinculados al oratorio desde siempre. Ellos participan en estos talleres virtuales y en todas las actividades. Su mamá Camila Villegas Montiel, de 23 años, es parte del Oratorio Jacinto Bocco desde los 13 años y, cuando fue mamá, comenzó a asistir con sus hijos que participan en las actividades y reciben almuerzo.

“El año pasado participamos en el taller de cocina y aprendimos a hacer pan de pascua, y este año hacían manualidades. Para mí, el oratorio es una segunda casa, enseña muchas cosas y a mí también me entregó mucha ayuda. Yo iba con mi abuela porque le encantaba, al Alexis le gustaba pasar después del colegio. En pandemia, sirve harto, porque se mantienen conectados y hacen muchas cosas”, comentó.

Esta reconocida organización tiene más de 30 años de vida y nació bajo el alero de la pastoral de la parroquia María Auxiliadora de Punta Arenas. Adquirió su nombre en honor del salesiano coadjutor Jacinto Bocco, fallecido a finales de la década del 80, que perteneció a la comunidad del Instituto Don Bosco y se caracterizó por su cercanía con los niños.

La presidenta de la agrupación, Tatiana Leuquén, comentó que estos talleres fueron financiados con un proyecto del Fondo Social del 6%. “Este proyecto contempla ocho talleres de manualidades, que son todos digitales y a quienes no tienen la conexión se entrega por whatsapp, además se hace un taller de cocina que incluye dulces y salado”, comentó.

Explicó que con este proyecto financiaron la compra de los insumos para que puedan desarrollar otras actividades manuales. En paralelo, desarrollan talleres de autocuidado y han fortalecido las medidas sanitarias preventivas. “Esta iniciativa nos permitió tener útiles de aseo personal y las mascarillas que se necesitan harto”, comentó.

El proyecto considera una inversión de 4.500.000 pesos.

Tatiana Leuquén comentó que este año solicitaron apoyo porque partieron entregando cuarenta raciones en abril del año pasado, pero, con la cuarentena, los almuerzos se entregaban en los domicilios. “Ahí fue cuando comenzamos a trabajar con los jóvenes de la Coordinadora Vida Digna que nos prestan ayuda social. Ellos las van a entregar con todas las medidas sanitarias. Son alumnos universitarios, la mayoría, y dedican parte de su tiempo a ayudarnos. Cuando no tuvimos, nos ayudaron con los recursos y, en Navidad, visitaron a las familias porque tenían una lista de abuelos”, dijo.

El proyecto financia 30 beneficiarios directos de los talleres, pero se está llegando a 100 de manera indirecta. Además, se va a ejecutar mayo, junio y julio.

El año pasado igual se desarrollaron talleres de manualidades, cocina y cultivo, pero fueron financiados con el Fondo de Fortalecimiento. En esta instancia también hubo talleres de autocuidado. “Con estos proyectos se busca tener una mirada preventiva y la idea es poder acompañar a los jóvenes”, remarcó.