Suspendido médico psiquiatra, Juan Vukusich: “Están tratando de aparentar una normalidad que es falsa”
– Especialista advierte de vulneración de derechos fundamentales
de pacientes, que están sin tratamientos y sin controles.
Acusando al Servicio de Salud Magallanes de tratar de mantener una normalidad que es falsa, el psiquiatra Juan Vukusich, quien se encuentra suspendido de sus funciones, advirtió de la delicada situación en que se encuentran sus pacientes y acusa que se han vulnerado los derechos fundamentales.
Así el especialista se sumó a los reclamos planteados por pacientes respecto de la falta de horas y los problemas en la tramitación de sus licencias por la falta de atención.
“Es indispensable que se termine con la suspensión que me impide atender a los pacientes de Miraflores y a las urgencias”, comentó el especialista, quien acusó que se han contratado médicos generales para “hacer creer” que la situación está controlada, lo cual no es efectivo.
“Se pretende engañar a la población porque uno de los médicos que ya no trabaja en Miraflores atendía entre 60 y 80 pacientes en control, esos pacientes van a ser atendidos por médicos generales… En Natales, están sin supervisión y la situación es muy compleja. El médico encargado de Natales llamó al colega que subroga, pero no le han contestado ni el teléfono”, apuntó el especialista.
Asimismo, el psiquiatra comentó que hay 70 pacientes en lista de espera para psiquiatra, a los que hay que sumar a los que eran pacientes que se quedaron sin médico psiquiatra y esos son al menos 500, además de los que ni siquiera están en lista de espera.
“Recibo por lo menos cuatro o cinco llamadas de personas que necesitan una atención que no les puedo dar, no todos han podido hacer su receta y hay algunos pacientes que eran atendidos por mí y que los están derivando a la atención primaria. Lo cual es una tremenda desconsideración y muchos no quieren cambiar a su médico tratante”, dijo el especialista.
Agregó que la atención en el centro penitenciario está sin psiquiatra al menos hace tres semanas y que hay un aumento importante de la demanda de urgencia en el Hospital Clínico de Magallanes.
“Yo atendía al menos 50 pacientes nuevos al mes, algunos los atendía vía remota y otros en Miraflores y los de urgencias que no están en la lista de espera”, acotó.
Cabe recordar que la suspensión de Vukusich es parte de las facultades de la fiscal para evitar que interfiera en la indagatoria.
“La investigación es del 2017 al 2012, han pasado varios años y no hay posibilidad de influir o de afectar la investigación, que, por lo demás, lleva dos años… Lo que están tratando de hacer es culpar a todos quienes estábamos en salud mental, por los convenios en el club de pacientes en los cuales no tenemos ninguna implicancia administrativa”, afirmó Vukusich.
Señaló que es muy probable que el Servicio de Salud Magallanes estuviera en conocimiento de la suspensión mucho antes de que se informara de la medida, con lo que hay una violación de secreto sumario. “Aunque no hayan conocido los detalles, sabían que iba a ser suspendido porque una semana antes comenzaron a buscar reemplazo y, cuando lo tenían más o menos arreglado, se produjo la suspensión”, explicó el médico, quien acusó hostigamiento, pues, a pesar de que son siete los investigados -unos con cargos más graves- sólo tres fueron suspendidos.
“Espero que se haga justicia y que terminen los actos corruptos de hostigamiento, pero en este momento lo que importa es que entiendan que es una situación que afecta a mucha gente y que la suspensión no se justifica. No está bien que quienes estaban con atención de especialidad sean atendidos por médicos generales por muy buenos médicos que sean. La atención secundaria implica la atención de especialistas y eso no está ocurriendo para un grupo muy importante de personas. Es un parche para mostrar que todo está normal, pero no está normal. Se han tomado medidas arbitrarias e injustas, absurdas y fuera de la legalidad que afecta a pacientes que tenían atención de especialista”, dijo.
Ante la falta de opciones aumentaron notoriamente, las consultas al servicio de urgencia de salud mental. “He intentado atender a algunas personas en mi consulta privada, a aquellos que no han querido ir al hospital o que están en una situación muy crítica, incluso a personas de urgencia, pero ellos necesitan sus medicamentos”, dijo.
En tierra de nadie
El especialista explica que tuvo una paciente que necesitaba que le dieran al menos sus medicamentos y estuvo esperando por horas una respuesta. “Me llamó cuando llevaba casi cuatro horas esperando, es una insensibilidad tremenda”, indicó.
Recordó que en otra oportunidad, el jefe de urgencias del Hospital Clínico, que no sabía de la suspensión, lo llamó para que ayude en la evaluación de una paciente que podía requerir hospitalización en psiquiatría. “Le indiqué que era necesaria su hospitalización y me comuniqué con la enfermera de turno para informarle y asegurar que existía una cama disponible, a lo que me dijo que sí. Minutos después, me llama el jefe de urgencias porque la enfermera le informa que no puede recibir a la paciente porque estoy suspendido y no podía dar esa indicación. Esto es un nuevo maltrato tanto a la paciente como al jefe de urgencias y a mí”, comentó.