La incómoda fumarola

El invierno es quizás de las épocas en que los magallánicos descansan un poco del permanente viento que agobia a unos y encanta a otros.

Pero también a veces la falta de viento juega en contra en el medio ambiente cuando se sienten olores que en otras épocas se disipan rápidamente por la brisa o bien cualquiera que encienda fogata para quemar algo queda al descubierto en la vecindad.

Algo parecido, pero más complicado es lo que ocurre en el Cementerio Municipal cuando funciona el horno crematorio y no hay viento porque la fumarola queda suspendida en el aire y más de algún transeúnte o conductor que pasa por el sector se percata con incomodidad de la situación.

Un lector nos llamó en la semana justamente preguntando cómo no era posible que la administración del cementerio instale algún filtro u otra protección que evite esta incómoda escena que cansa especialmente a los vecinos.