Umag y clases presenciales en Fase 3: “No vamos a llevar a los 4 mil estudiantes al aula, porque sería imposible”

Mientras a nivel escolar se ha insistido constantemente, desde el Ministerio de Educación, sobre la importancia de tener clases presenciales, en el ámbito universitario, la situación se toma con menos ansiedad. Una muestra es lo que ocurre en la Universidad de Magallanes, que se mantiene con clases en formato virtual, con sus aulas cerradas, y con algunas prácticas en desarrollo de manera presencial, particularmente las relativas a carreras de la salud.

Las autoridades no se apuran ante la Fase 3, en la que Punta Arenas ya lleva dos semanas, y están esperando a que se inicie el segundo semestre para ir retomando la presencialidad, aunque siempre de modo mixto. Una muestra de que lo virtual sigue estando presente, lo representa el hecho de que la cuenta pública de las distintas facultades (Ingeniería, Ciencias, Ciencias económicas y jurídicas, Educación y Ciencias de la salud, e Instituto de la Patagonia), programada para los días 21 y 22 de julio, será en formato online a través de las plataformas: Umag tv, señal 33 y 174 HD de TV Red, por YouTube y Facebook live, ambos días desde las 10,30 horas.

El vicerrector académico Humberto Oyarzo, indicó que desde el año pasado han planificado los pasos a seguir, de acuerdo a las fases en que se encuentre Magallanes. En lo referente a la Fase 3, “vamos a continuar con las prácticas intramuro y extramuro, las primeras son al interior de la universidad, laboratorios  de distintas disciplinas. Ya en Fase 2 hemos ido haciendo grupos, todos con sus elementos de protección y siguiendo un protocolo, además hacemos capacitación e instrucciones antes de la clase. Eso lo hemos desarrollado con los aforos correspondientes. Las extramuro, una vez que se abrió la posibilidad de asistir al Hospital Clínico, que nos recibió a todos los estudiantes del área de la salud, Medicina, Enfermería, entre otras, nos permitió hacer esas clases. Ahora la intensificaremos en la fase 3, a partir del segundo semestre”.

En esa línea, Oyarzo advirtió que “si nos mantenemos en Fase 3, podríamos hacer algunas clases presenciales pero del tipo teórico; en el fondo, no vamos a llevar a los 4 mil estudiantes al aula, porque sería imposible, en esta fase tendríamos bastante posibilidad de que se pudieran producir contagios, pero vamos a tener implementados en las salas alcohol gel, revisión de temperatura, sanitización y estamos viendo la posibilidad, tenemos unos veinte días para tener una propuesta, de que queremos habilitar algunas salas para hacer clases de tipo híbrida. Teniendo estas clases híbridas, antes de empezarlas, una capacitación, y una vez que pasan estas clases de tipo presencial, también se podrían implementar las salas para desarrollar clases telemáticas. Estamos haciendo un doble estudio, para ver la parte tecnológica, como ancho de banda que se necesite”.

Asimismo, se está analizando la posibilidad de que algunos profesores, que tienen interés en volver a sus oficinas, “puedan regresar a hacer sus clases, en principio, de manera telemática, pero que ya puedan acudir a las instalaciones de la universidad. Algunos directivos que iremos de forma presencial, estamos analizando de acuerdo a las fases, de manera que se definan algunos turnos”.

Es así que se han planificado reuniones con decanos de las distintas facultades para tener un retorno gradual desde la Fase 3, con la innovación de tener cierta cantidad de salas para tener clases híbridas.

“Queremos aumentar y ver cuántas salas van a ser, haremos un diagnóstico para que los decanos nos digan las necesidades y particularidades de cada curso, para ver si se puede hacer clases presenciales. En los próximos días los decanatos entregarán la información sobre qué clases podrían ser de forma presencial, desde el punto de vista teórico, porque lo práctico lo tenemos muy bien definido. De acuerdo al mapeo institucional a través de esta vicerrectoría tendremos un panorama de la cantidad de salas”, explicó Humberto Oyarzo.

Matrícula y asistencia

Contrario a lo que pudiera pensarse y a lo que ellos mismos calculaban, tomando en cuenta toda la situación actual, en la Umag reconocieron que no tuvieron una baja considerable en su matrícula. “En cuanto a alumnos nuevos, fue bastante buena y prácticamente se dieron las condiciones para tener una matrícula similar a la que teníamos en el año anterior a la pandemia. No hubo una reducción como esperábamos que iba a ocurrir. Hay un tema que se debe considerar, que en tiempos de pandemia, y se dio el año pasado es que muchos estudiantes que solicitan retiros temporales o congelación de estudios, por distintas razones. Tenemos un poco más de 4.100 matriculados a nivel institucional y esto es variable, porque aún tenemos durante el año, procesos de matrícula de planes especiales, podríamos llegar a los 4.200 y en ese sentido, diría que no fue un punto crítico como el que hubiésemos podido haber esperado”, destacó Oyarzo.

En cuanto al control de asistencia, “tenemos una plataforma donde se programa tomarla. Pedimos a fines del año pasado y notamos que hubo una leve reducción respecto de este ítem, pero este año, al término del primer semestre, veremos si hubo cumplimiento. De todas maneras hemos bajado el nivel de exigencia de asistencia, porque sabemos que esta condición es anormal, el mundo cambió”, finalizó el vicerrector académico de la Universidad de Magallanes.