La guitarra de Magallanes llora, murió el profesor Fernando Bargetto

Alejado del ojo público desde hace casi una década, sus últimas instrucciones a los estudiantes las dio en el Liceo Experimental Umag, que en 2014 instauró el festival con su nombre, para rendirle merecido homenaje. Fernando Bargetto Orellana, profesor de música y guitarrista, falleció ayer a la edad de 83 años.

En la década del ’70 formó parte del Conservatorio de Música, donde hizo dúo con Leonel Melgarejo. También formó parte de la agrupación Mosaico Latino, junto al mismo Melgarejo, además de Mario Grandi y Eduardo Castro, con quienes participó en diversos festivales hasta 1977 aproximadamente. Tras ello, se dedicó a enseñar en su academia, ubicada en calle Fagnano. Desde el año 2000 realizó clases en el Liceo Experimental Umag.

Una de sus últimas apariciones públicas fue en el Festival Folclórico en la Patagonia del año 2005, donde compuso el tema “Fuego que atrapa fuego”, y que fue ejecutado por el grupo Antuyel, que obtuvo el premio a mejor interpretación. Integraba ese conjunto, siendo estudiante, Luis Gómez, quien tomó el ejemplo y legado de Bargetto y actualmente imparte sus conocimientos de música a los estudiantes del Liceo Experimental Umag.

“Hace tiempo no podíamos verlo, porque vivía en una parcela y no era tan fácil ir hasta allá. Yo entré en 2010 al colegio y el 2011 dejó de trabajar en Acles del colegio, porque tenía sus años y se le complicaba ir. Yo creo que el triunfo más destacado fue cuando compuso ‘Fuego que atrapa fuego’ para el grupo Antuyel y fue con nosotros. Eramos cabros y él nos preparó junto con Mario Contreras, de Quilapayún”, recordó.

Pero más allá de lo estrictamente musical, su pupilo destacó la calidad humana de Fernando Bargetto: “Era un gran hombre, en una época difícil para muchos, el colegio en ese tiempo no tenía estudiantes como ahora, había harta soledad y nos abrió un espacio en su casa; compartimos mucho con él, nos daba once y dentro de lo poco que tenía, lo compartía. Y para uno es súper potente un ejemplo así. Más allá de la música y los festivales, quisiera destacar su calidad humana, y yo me sentía muy contento de trabajar con él porque sentía orgullo de lo que él proyectaba a las demás personas. Yo no me acuerdo de los festivales, lo que recuerdo son las onces, la buena onda, la conversación. Y cualquiera de sus alumnos diría lo mismo de él”, enfatizó Luis Gómez, quien en muchos instantes no pudo contener las lágrimas ante la partida del maestro. Es por ello que subrayó “que al principio, el liceo era muy mal mirado, porque los chicos íbamos con ropa de color, jeans y la música hizo que empezáramos a destacar. Generó un antes y un después en el colegio”.

Una muestra de esa desazón la dio el actor Mauricio Güichapani, que le dedicó en redes sociales el poema “Cuerdas infinitas”: “Ha partido no sólo un gran músico , sino que un enorme y maravilloso ser humano. Tuve el honor de conocer por muchos años a Don Fernando. Su delgada figura atravesaba silenciosamente las aulas. Siempre en una de sus manos o en su espalda llevaba adherida su guitarra. Con qué paciencia, suavidad y sabiduría enseñaba a los niños y las niñas el amor por este noble instrumento. Esa misma suavidad con la que hablaba tocaba su guitarra. El sembró Magallanes con su ternura. Cuánto joven o adulto debe andar por ahí rasgando esas cuerdas que Don Fernando les enseñó a tocar! Cuánto festival estudiantil fue testigo de tu trabajo amoroso con tu arte! Fue un caballero en toda la extensión de la palabra siempre con su sombrero y su gabardina larga”, fueron algunos de los versos que le dedicó.