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Guillermo Berríos Tolosa

Pena en libertad y multa de un millón de pesos para ex Fach condenado por tráfico de drogas

Miércoles 21 de Julio del 2021

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Ocultó en una encomienda que contenía una caja con toallas higiénicas 99 pastillas MDMA (éxtasis).

Bajo el control y supervisión de Gendarmería por un periodo de tres años deberá permanecer el ex funcionario de la Fuerza Aérea de Chile, Guillermo Luciano Berríos Tolosa, condenado ayer por el delito consumado de tráfico ilícito de drogas estupefacientes o psicotrópicas. Además se le impuso el pago de una multa de 20 UTM ($1.043.220)

Se le impuso una pena de 3 años y un día de presidio, pero por cumplir con los requisitos que exige la ley, el juez Ricardo Larenas Bustos le otorgó el beneficio alternativo de la libertad vigilada intensiva.

Detenido

Las pesquisas policiales permitieron establecer que el ex Fach traficaba droga y por eso comenzaron a investigarlo.

La Fiscalía autorizó la utilización de agentes encubiertos para realizar una entrega vigilada.

El 4 de febrero de este año llegó una persona a la oficina de Correos de Chile en la ciudad de Villarrica. Al ser chequeado sus antecedentes arrojó que tenía domicilio en calle Miraflores, en Punta Arenas.

Despachó una encomienda que contenía una caja con toallas higiénicas, las que en su interior ocultaban 99 pastillas, las que al ser analizadas arrojó resultado positivo para MDMA (éxtasis).

El nombre del destinatario de este singular paquete era “Guillermo Tolosa Berríos”. Sin embargo en el Registro Civil no figuraba nadie con este nombre.

Sin embargo, al invertir los apellidos, sí figuraba Guillermo Luciano Berríos Tolosa, nacido en Arica. Pero figuraba con domicilio en la Base Aérea Chabunco, en Punta Arenas.

Utilizando un agente encubierto para realizar la entrega vigilada de la droga, el 10  de febrero de este año, a las 13,45 horas, Berríos llegó a las oficinas de Correos de Chile, ubicadas en calle Carlos Bories N°911.

Sin saber que era un policía el que estaba detrás del mesón, recibió el paquete y al retirarse de las oficinas se subió a un auto que lo esperaba en las afueras, pero no alcanzó a partir porque fue detenido.

Este caso se resolvió judicialmente a través de un juicio abreviado. El imputado aceptó la acusación del Ministerio Público, y le reconoció dos atenuantes: la de no tener condenas anteriores y colaborar con el esclarecimiento de los hechos.